Centro Independiente de Informacion Nacional

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¡Liberen a los 13 presos de Atenco!

Contra la persecución y las injustas condenas impuestas a los hombres y mujeres de San Salvador Atenco, México

Mientras las economías se desmoronan alrededor del globo, los estados se vuelven
cada vez más represivos, especialmente contra gente que se opone y
resiste a su política.
Esta no es una observación regional, sino global.
La tendencia se nota en la persecución y las injustas condenas impuestas a
los hombres y mujeres de San Salvador Atenco, México.
La represión estatal se desató sobre la resistencia popular a los ataques
policiales contra los floricultores de Texcoco, México, en mayo, 2006.
La gente apoyaba a los floricultores y no a los policías, entre los más
corruptos del mundo.
Pero, como siempre, la represión engendra la resistencia. Y la defensa de los
floricultores resultó en batallas campales entre la gente y la policía
del Estado. Durante dos días (el 3 y 4 de mayo de 2006) batallaron,
piedra contra tolete, coctel molotov contra proyectil, combate mano a
mano, como el flujo y reflujo de la marea. Cuando el estado agarró a
varias personas, la gente respondió con la detención de unos agentes,
exigiendo libertad por sus compañeros cautivos. El otro día miles de
policías federales y estatales atacaron, deteniendo a más de 200
campesinos de Atenco y compañeros de la Otra Campaña zapatista,
golpeando a todos y todas salvajemente, cometiendo abusos sexuales,
violaciones masivas y otras formas de tortura. Dos jóvenes fueron
asesinados: Javier Cortés Santiago y Alexis Benhumea.
Estos eventos ocurrieron en Texcoco y San Salvador Atenco, un pueblo que
tiene una larga historia de resistencia al gobierno central, desde
antes de la Revolución Mexicana de 1910.
De los más de 200 hombres y mujeres detenidos, el estado se enfocó en los
organizadores y líderes y sacó sus municiones pesadas para intentar
destruirlos, y a través de ellos, la creciente resistencia popular a la
represión estatal y a la confiscación de tierras de campesinos e
indígenas.
En 2001, los campesinos pobres de Atenco organizaron el
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) e impidieron que el ex
presidente Vicente Fox les arrebatara sus tierras. Cuando
prevalecieron, un movimiento nació. Fue esta organización la que
encabezó la defensa de los floricultores en el pueblo cercano de
Texcoco y sigue siendo blanco del Estado.
Un año después de las batallas del mayo 2006, tres destacados líderes del
FPDT, Ignacio del Valle, Felipe Alverez, y Hector Galindo, fueron
condenados a 67 ½ años en una prisión de máxima seguridad. El agosto
pasado, Nacho del Valle fue golpeado con 45 años adicionales por la
resistencia de Atenco.
No era el único.
Diez compañeros más —Oscar Hernandez, Alejandro Pilon, Julio Espinosa, Pedro
Reyes, Juan Carlos Estrada, Jorge Ordonez, Adan Ordonez, Narciso
Arellano, Ines Rodolfo Cuellar, y Eduardo Morales– fueron condenados a
casi 32 años en prisión. A una vendedora de flores, Patricia Romero, le
condenaron a cuatro años; ella, su padre Raúl Romero y su hijo Arturo
Sánchez han salido bajo fianza.
Los frentistas de Atenco y sus compañeros de lucha están resueltos a pelear
por su gente y por su libertad. Les urge el apoyo de todos ustedes.
Pueden firmar una petición por la libertad de los presos políticos de
Atenco en: contraimpunidad@gmail.com.
¡LIBERTAD PARA LOS 13 DE ATENCO!

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