Centro Independiente de Informacion Nacional

domingo, 2 de noviembre de 2008

¿Qué es una crisis capitalista?


Veamos en primer lugar lo que no es una crisis capitalista. Que haya 950 millones de hambrientos en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista. Que haya 4 750 millones de pobres en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista. Que haya 1 000 millones de desempleados en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista. Que más del 50% de la población mundial activa esté subempleada o trabaje en precario, eso no es una crisis capitalista. Que el 45% de la población mundial no tenga acceso directo a agua potable, eso no es una crisis capitalista. Que 3 000 millones de personas carezcan de acceso a serviciossanitarios mínimos, eso no es una crisis capitalista. Que 113 millones de niños no tengan acceso a educación y 875 millones de adultos sigan siendo analfabetos, eso no es una crisis capitalista. Que 12 millones de niños mueran todos los años a causa de enfermedadescurables, eso no es una crisis capitalista. Que 13 millones de personas mueran cada año en el mundo debido al deterioro del medio ambiente y al cambio climático, eso no es una crisis capitalista. Que 16 306 especies estén en peligro de extinción, entre ellas lacuarta parte de los mamíferos, no es una crisis capitalista. Todo esto ocurría antes de la crisis. ¿Qué es, pues, una crisiscapitalista? ¿Cuándo empieza una crisis capitalista? Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millonesde personas, mantener en la pobreza a 4 700 millones, condenar aldesempleo o la precariedad al 80% del planeta, dejar sin agua al 45%de la población mundial y al 50% sin servicios sanitarios, derretirlos polos, denegar auxilio a los niños y acabar con los árboles y lososos, ya no es suficientemente rentable para 1 000 empresasmultinacionales y 2 500 000 de millonarios. Lo que demuestra la superior eficacia y resistencia del capitalismo esque todas estas calamidades humanas ?que habrían invalidado cualquierotro sistema económico? no afectan a su credibilidad ni le impidenseguir funcionando a pleno rendimiento. Es precisamente suindiferencia mecánica la que lo vuelve natural, invulnerable,imprescindible. El socialismo no sobreviviría a este desprecio por elser humano, como no sobrevivió en la Unión Soviética, porque estápensado precisamente para satisfacer sus necesidades; el capitalismosobrevive y hasta se robustece con las desgracias humanas porque noestá pensado para aliviarlas. Ningún otro sistema histórico haproducido más riqueza, ningún otro sistema histórico ha producido másdestrucción. Basta considerar en paralelo estas dos líneas ?la de lariqueza y la de la destrucción? para ponderar todo su valor y toda sumagnificencia. Esta doble tarea, que es la suya, la hace mejor quenadie y en ese sentido su triunfo es inapelable: q ue haya cada vezmás alimentos y cada vez más hambre, más medicinas y más enfermos, máscasas vacías y más familias sin techo, más trabajo y más parados, máslibros y más analfabetos, más derechos humanos y más crímenes contrala humanidad. ¿Por qué tenemos que salvar eso? ¿Por qué tiene que preocuparnos lacrisis? ¿Por qué nos conviene encontrarle una solución? Las viejasmetáforas del liberalismo se han revelado todas mendaces: la “manoinvisible” que armonizaría los intereses privados y los colectivoscuenta monedas en una cámara blindada, el “goteo” que irrigaría lascapas más bajas del subsuelo apenas si es capaz de llenar el cuenco deuna mano, el “ascensor” que bajaría cada vez más de prisa a rescatargente de la planta baja se ha quedado con las puertas abiertas en elpiso más alto. Las soluciones que proponen, y aplicarán, losgobernantes del planeta aceptan, en cualquier caso, la lógicainmanente del beneficio ampliado como condición de supervivenciaestructural: privatización de fondos públicos, prolongación de lajornada laboral, despido libre, disminución del gasto social,desgravación fiscal a los empresarios. Es decir, si las cosas no vanbien es porque no van peor. Es decir, si no son rentables 950 millonesde hambrientos, habrá que doblar la cifra. El capitalismo consiste eneso: antes de la crisis condena a la pobreza a 4 700 millones de sereshumanos; en tiempos de crisis, para salir de ella, solo puede aumentarlas tasas de ganancia aumentando el número de sus víctimas. Si setrata de salvar el capitalismo ?con su enorme capacidad para producirriqueza privada con recursos públicos? debemos aceptar los sacrificioshumanos, primero en otros países lejos de nosotros, después quizátambién en los barrios vecinos, después incluso en la casa deenfrente, confiando en que nuestra cuenta bancaria, nuestro puesto detrabajo, nuestra televisión y nuestro ipod no entren en el sorteo dela superior eficacia capitalista. Los que tenemos algo podemosperderlo todo; nos conviene, por tanto, volver cuanto antes a lanormalidad anterior a la crisis, a sus muertos en-otra-parte y a susdesgraciados sin-ninguna-esperanza. Un sistema que, cuando no tiene problemas, excluye de una vida digna ala mitad del planeta y que soluciona los que tiene amenazando a laotra mitad, funciona, sin duda, perfectamente, grandiosamente, conrecursos y fuerzas sin precedentes, pero se parece más a un virus quea una sociedad. Puede preocuparnos que el virus tenga problemas parareproducirse o podemos pensar, más bien, que el virus es precisamentenuestro problema. El problema no es la crisis del capitalismo, no,sino el capitalismo mismo. Y el problema es que esta crisisreveladora, potencialmente aprovechable para la emancipación, alcanzaa una población sin conciencia y a una izquierda sin una alternativaelaborada. Se equivoque o no Wallerstein en su pronóstico sobre el findel capitalismo, tiene razón, sin duda, en el diagnósticoantropológico. En un mundo con muchas armas y pocas ideas, con muchodolor y poca organización, con mucho miedo y poco compromiso ?el mundoque ha producido el capitalismo? la barbarie se ofrece mucho másverosímil que el socialismo. Por eso hay que auparse en los islotes de conciencia y en los grumosde organización. Cuba bloqueada, Cuba azotada por los vientos, Cubapobre, Cuba incómoda, Cuba a veces equivocada, Cuba improvisada, Cubadisciplinada, Cuba resistente, Cuba ilustrada, Cuba siempre humana,mantiene abierta una tercera vía, hoy más necesaria que nunca, entreel capitalismo y la barbarie. Si no podemos ayudarla, podemos al menosayudarnos a nosotros mismos pensando en ella con alivio y agradecimiento.

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