Centro Independiente de Informacion Nacional

miércoles, 29 de abril de 2009

Los frutos del II periplo

1

Me despido de la monstruosa pero entrañable Ciudad de México, a las 9:30 pm del domingo 29 de marzo de 2009. Ahora vamos en cumplimiento de una tarea anunciada así: “Para responder a la infame declaración de inocencia del genocida de Tlatelolco y 10 de junio, Luis Echeverría; y para preparar la IX Asamblea Nacional del Frente Nacional Contra la Represión, a realizarse el 25 de abril, en Hermosillo, Sonora; vamos a realizar el II Periplo por el Pacífico, con el siguiente programa (tentativo aún en algunas partes)”. Luego describo los trazos generales de la gira.

Bien, me acomodo en el ETN, como si lo hiciera en mi propia cama. Rechazo la película, como siempre gringa, insípida, de la clase media engreída de Nueva York, y, para el colmo, de un grupo social sin cultura universal. Prefiero dormir. Y lo hago, sin ninguna dificultad. Duermo como un bendito (así lo dijo alguien antes, parecido a mí). Duermo tanto, que me olvido de llamar a Tawa en la caseta, la que ya está a la entrada de Colima. Cuando la guagua se detiene en la central de autobuses, de Colima, a las 7:20 am, alguien me despierta y así me entero de que hemos llegado. Hasta entonces llamo a mi amigo, casi hermano.

A las 8 llega Tawa. Alegre como siempre. Como siempre fraternal, híper dinámico, optimista y solidario.

Nos trasladamos a su casa y saboreamos un exquisito café, traído por su hijo de un lugar cercano a la Laguna de Pátzcuaro, Michoacán. De allá eran los tarascos, me dice el ahora enciclopédico Tawa, eternos rivales de los náhuatl que habitaban esta zona. Los españoles, solos, nunca derrotaron a los colimotl, encabezados por el Tlatoani de Colimán. Fueron derrotados hasta la batalla de Alima, cuando hicieron alianza con los tarascos.

Un reparador sueño de 3 horas, en una cama improvisada, ortopédica y horizontal, en esta casa, casi mía, completó mucho mejor el profundo sueño conseguido en el ETN.

A las 4:40 pm, llegamos a los estudios del canal 11 de la televisión local, administrado por el gobierno del estado, para participar en el programa “Ideas Tenaces, para que te la pienses”. A las 5 en punto, el canal empieza a transmitir dos canciones de Manú Chao: “Por dónde saldrá el sol?” y “Peligro”.

Después de la genial actuación del artista franco español, acompañado de una orquesta del tamaño del mundo, que acabo de conocer y apreciar, por este video que está promocionando Tawa; y avergonzado por ignorar las joyas de la nueva cultura juvenil, Jorge García Rendón abre el fuego, presentando a los otros participantes en el panel de hoy: Tawa, Valdivia y yo; para después continuar con la lectura de la nota principal de La Jornada de este día, donde dice que Obama considera a Calderón como un policía, parecido a Eliot Ness, cuando perseguía a Al Capone. Esa será la comidilla de los dos programas, el de tv y el de radio, donde estaremos más tarde, a las 6:30. El “Cuico espurio”, Calderón, será conjugado en todos los tiempos y formas posibles. Eso sólo puede suceder en el único programa libertario de una televisora local, en este país.

En el segundo cuarto del programa, abren con un video que me tomaron en el II Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras, celebrado en Mazatlán, Sinaloa, el 8 de marzo del 2008. Después, motivado el auditorio con la ponencia que presenté allá, hace un año, Jorge me bombardea a preguntas sobre el objetivo de mi gira y los títulos de mis libros, que pasan ante la lente de la cámara, uno por uno. Tawa también interviene para completar el cuestionario y los respectivos comentarios. Aprovecho para invitar a los representantes del Frente Estatal contra la Represión a la reunión nacional que realizaremos en Hermosillo, Sonora, el próximo 25 de abril. Tawa después me dice que él irá, aparte de alguien más. Este será el primer fruto maduro del periplo. El siguiente, mencionar los nombres de nuestros detenidos-desaparecidos por los gobiernos panistas, los del EPR y Francisco Paredes Ruiz.

Enseguida le toca el turno a Alejandro Valdivia, de Unión del Pueblo en los años ´70, quién, junto con el ingeniero Galindo, de la universidad de Chapingo, encabezaron el primer comité agrario de reparto de tierras en el ejido de la Sidra, que trajo como consecuencia el encarcelamiento de los primeros 10 presos políticos en Colima, entre ellos un ingeniero químico de Uruapan, otros ingenieros colimenses, los López, además de Teodoro Palomino, joven maestro rural, en aquel entonces, y después, uno de los principales fundadores de la CNTE; los diez, acusados de rebelión, traición a la patria, acopio de armas, asonada, motín, etc., recibiendo la solidaridad de un comité contra la represión, constituido por estudiantes y maestros de Chapingo, electricistas de la tendencia democrática del SUTERM, de Rafael Galván, miembros de la Masonería local, militantes del PRT e integrantes de la Asociación Cultural Colimense; logrando finalmente su presentación con vida después de dos meses de estar desaparecidos por la dirección federal de seguridad, acusados de traer furgones de armas –que nunca presentaron-, por lo cual, gracias al joven abogado Enrique Velásquez, nombrado por los compañeros del PCM de Jalisco para defender a los compañeros, obtuvieron su libertad, unos meses después. Y claro, libertad lograda gracias también a la intensa movilización popular. Valdivia habla de su experiencia en el movimiento de la Sidra y después, en Unión del Pueblo, de la cual fue uno de los 5 principales dirigentes, a mediados de los ´70. Nuestros anfitriones completan ese testimonio, cuyo principal mérito es que ha sido narrado, por primera vez en público, por uno de los principales protagonistas, más de 30 años después. Aquí está el otro fruto maduro del periplo.

En el tercer cuarto, aparece Hugo Chávez con los Tigres del Norte como fondo musical, con una canción dedicada a él, que nunca había oído, pues esa canción ha de estar prohibida en los canales comerciales. Agachones que son los empresarios de los medios. Nosotros aprovechamos para manifestar nuestra simpatía por los movimientos bolivarianos que se fortalecen en toda Latino América, cambiando la correlación de fuerzas y abriendo la esperanza de un futuro promisorio para nuestros pueblos, explotados y oprimidos por los imperios durante 5 largos y oscuros siglos.

El cuarto espacio de este programa abrió con el Día de la Tierra, un video que nos ilustra acerca de los desastres causados por la contaminación y el futuro que nos espera, a toda la humanidad, si seguimos en esa conducta. Aquí nos preguntan si apagamos la luz en nuestras casas el pasado sábado 28, a las 8:30 pm y nosotros contestamos afirmativamente, pues estamos en sintonía con los ecologistas, a nivel mundial.

A grandes pasos o a alta velocidad, nos trasladamos al otro polo de la ciudad para participar en la Fm 98.1 Radio Conexión, que es aquí el sistema informativo “todos somos señal Colima”. Ahora me han dado la grabación, así que no hay duda de que nuestros testimonios podrán ser escuchados por amigos y familiares que nos lo soliciten. En esencia, repetimos lo dicho en la tv.

Más noche cenamos con Gilda, una bellísima y cultísima cubana, y con Jorge; para después encaminarnos al terreno donde hemos pachangueado en otras ocasiones, cerca de la Casa de la Cultura “Cony”. En esta ocasión, nada más platicamos sin guión y abundantemente Tawa, José Ramón y yo. Acordamos los detalles de su presencia en Hermosillo y a medianoche nos vence el sueño y optamos por ir a la cama, que ya nos merecemos.

De mañana, sin presiones, tomamos café y un bolillo recién salido del horno, calientito aún; y mientras Tawa me quema unos discos, yo hago la maleta y escribo estas líneas, para la posteridad. Creo que voy a sumarlas a los “Textos del Siglo XXI”, pues van a tardar en irse a la imprenta, como debe de ser. Aunque me han dicho que mis libros, fotocopiados y engargolados, tienen más valor, primero, por salir directamente de cerebro y corazón y, segundo, por ser de la primera horneada y con autógrafo directo y personal. Dicen que cuando el tiraje es de miles se venden fríos e insensibles, y cualquiera los puede poseer. Por lo pronto, mi carnal Bisbal ya tiene apartado el primerito, y mi compa Maciel, ella solita, se ha llevado ya 5, para sus camaradas.

Llegamos a la terminal de autobuses pasaditas de las 8. Mi guagua sale a las 8 y media, así que de una buena vez entro a los andenes.

En este bus vamos, si acaso, 10 personas, así que vamos cómodos. La película de “Hicht” no me interesa y dormito un poquito. Pero mi mente va repasando todas las anécdotas y mejor alargo mi brazo derecho y saco la latop. Con ella avanzo, agregando algunos datos a este texto y checando los contactos, para los próximos puntos del periplo.

Ahora ya se que, en Culiacán, voy a hospedarme (por cortesía de los correligionarios) en el hotel Executivo, de Obregón y Madero, en pleno centro de la ciudad. También confirmo que, en Hermosillo, la presentación será en economía, de la Universidad, el jueves, a las 6 pm. El plan se va cumpliendo.





2

Desde que entro a Guadalajara le aviso a mi contacto. Él me dice que ya está en el estacionamiento del primer módulo de la central de autobuses: “En una lancha LTD del 76”, me dice carcajeándose, a través de la barata mensajería del celular.

Ni él me conoce ni yo tampoco. Es de esas relaciones que se producen por Internet. Pero su nombre y su apellido son muy famosos. Y de su historia hay muchos volúmenes, más de su papá, por supuesto. Acordamos intercambiar libros y a eso vengo, en primer lugar.

Él, de camisa a rayas azules, con cuello Mao y pantalón de mezclilla, azul claro; yo, de camisa negra, totalmente, y pantalón de mezclilla azul marino, más chamarra roja, roja, roja. Con esas características nos buscamos y, al fin, nos encontramos.

Me gana con casi tres años. Es del 42, del 6 de mayo. Ah! Esa es una fecha histórica, también para mi, le dije, al saberlo. Tú cumplías 31 años y yo aterrizaba en la Isla de la Libertad, después de estar 475 días en la prisión política.

Bueno, está bien, es hora de comer, porque mi desayuno fue más bien raquítico. Nos vamos al mercado más cercano y escogemos los platillos, para llevar. En esa fonda lo quieren como si fuera de la familia. Y le sirven como si fuera el hijo pródigo. A mí, nopales con bisteces; a él, lomo con algo.

Me lleva a su casa y ahí sirve la comida en platos de porcelana, como la gente culta. Agua de guayaba y al final un “jamoncillo”, de postre.

La plática ya va muy avanzada. A partir de sus escritos, enviados por Internet, y ahora, con los detalles de su historia, me he convencido de su principal preocupación: dejar en claro que él fue fundador del FER por su convicción de que la FEG, con sus porros y pistoleros, se habían apoderado de la Universidad, fundada por su padre, y habían acabado con su prestigio y calidad educativa. Y que como fundador del FER, participó en la toma del edificio de la FESO, el 23 de septiembre de 1970, pero cuando vio que la raza se desbordaba, poniendo en peligro la libertad y la vida de los activistas, les advirtió acerca de las consecuencias que traerían sus acciones y prefirió retirarse y refugiarse en un lugar seguro para no caer prisionero, pues a él lo buscaban para inculparlo y trasladar la responsabilidad hasta su cuñado, el presidente electo: Luis Echeverría. Hasta un golpe de Estado podía producirse, en aquellas circunstancias, afirma convencido.

Pues si, es necesario escribir detalladamente esa historia. Eso debe hacer cada actor de aquellos tiempos. En eso se centra también mi principal preocupación. Por eso se da el intercambio. Le dejo autografiados dos de mis libros: Los guerrilleros mexicalenses, donde, le digo, hay unas líneas dedicadas a su padre; y Memorias 1945-1979, donde hablo de todo lo que recuerdo de mis primeros 34 años. Él me entrega sus dos trabajos sobre homeopatía y quedamos casi a mano; digo casi, porque me debe más datos de su historia.

Me ofrece una recámara bastante oscura y duermo de las 12 hasta las 3 de la tarde. Ya recuperado, con una manita de gato en el lavabo, toco la puerta de su recámara y lo despierto, para ir al museo de su padre: Don José Guadalupe Zuno Hernández.

Andrés Amado accede de inmediato y nos vamos en la “lancha” a su antigua casa, la casa donde gateó y corrió de niño. Al llegar, todas y todos lo van reconociendo y le abren las puertas y le entregan las llaves. Me lleva a la cocina y me cuenta los recuerdos de su infancia. Sala por sala me va contando sus anécdotas, a veces con nostalgia, a veces con tristeza. Vamos hasta la azotea y por allá encontramos gente haciendo su trabajo, en este, ahora, Archivo Histórico de la Universidad. La Casa Zuno está muy bien cuidada. La biblioteca mantiene los viejos libros protegidos, clasificados y puestos al servicio de los investigadores. Andrés descubre libros que le son útiles para sus investigaciones homeopáticas y toma nota.

Me sigue confesando sus críticas a los caciques de su tiempo: los Ramírez, principalmente don Margarito y su hijo Carlos. Y se afirma en él el compromiso de escribir toda la historia que vivió en los ´70, para limpiar su nombre.

Ya casi es hora de reunirme con mis correligionarios y le pido que me deje en un café Internet. Son las 5 de la tarde. Michel ha quedado de pasar por mí como a las 6. Andrés se va contento y yo me quedo satisfecho de haber escudriñado algunas páginas de la historia oral de la familia Zuno, pues mi organización, las FRAP, secuestró a don José Guadalupe en agosto del 74 y ahí empezó su debacle. Afortunadamente, lo liberaron y vivió para contarlo. De otra forma, hubiera sido imposible el encuentro con Andrés y sus vivencias.

Efectivamente, Antonio Orozco Michel pasa por mí a las 6 en punto. No se puede reunir el colectivo y le pido me lleve a la central camionera para llegar temprano a Mazatlán.

Por el camino repasamos los pendientes y acordamos que se hará lo posible por enviar una representación jalisciense a la 9ª Asamblea nacional del FNCR, en Hermosillo. La síntesis que hace Michel sobre la represión en Guadalajara es preocupante, como en todo el país. Y me despide convencido de que esa es una tarea de primer orden.

Salgo para Mazatlán a las 8 pm. La boletera me dice que este autobús, de TAP, hace 6 horas. Y así le digo al Güero: “en 6 horas más estaré allá”. “Voy por ti”, me dice Eduardo, y así quedamos.

Después de un profundo sueño de seis horas abro los ojos sin necesidad de que nadie me mueva. Las luces del puerto están guiñando y yo reactivo mi aparato para llamar a Esquivel, de nuevo.

Así, sin sueño, repasamos la historia de la Liga. Corregimos a Limón. Y buscamos detalles importantes de la ruptura entre las brigadas de esa época: la Roja, la Brez, etc. Por eso no hay duda: el periplo sigue dando frutos.

3

Esquivel tiene un programa de radio a las 11 am; ahí se hacen análisis políticos y se chacotea sanamente. Por eso me interesé en hacer un alto en este bello puerto de Mazatlán. Difundir mis propósitos, levantar mi bandera, la de miles, contra la represión que va en ascenso, es imprescindible, impostergable, de vida o muerte, lo sabemos quienes ya vivimos las embestidas del ejército en el ´68, de los “halcones” el 10 de junio del ´71 y la llamada “guerra sucia” a lo largo de la década del ´70 y hasta el día de hoy.

Me presenté en mi calidad de miembro del FNCR y me preguntaron, a boca de jarro, si era cierto que en México aún había represión, como en la década del ´60, y del ´70.

Si, les dije, para empezar los detenidos-desaparecidos de aquella época, que son alrededor de mil, aún no aparecen, y los culpables no han sido juzgados. La impunidad sigue prevaleciendo y aunque se reconoce que hubo genocidio el 2 de octubre del ´68, resulta que no hay culpables; Luis Echeverría, el genocida que estaba bajo arresto domiciliario acaba de ser declarado inocente de la masacre. Además, en estos momentos hay más de 500 presos políticos en todo el país y más de 30 desaparecidos, incluyendo dos compañeros del EPR y uno de nuestra generación, que acudió con nosotros al homenaje a los Mártires de Madera, el 23 de septiembre del 2007: Francisco Paredes Ruiz. Las ejecuciones extrajudiciales se siguen cometiendo, principalmente contra los luchadores sociales. La lucha social se considera un crimen y un delito, por eso, hace un mes, golpearon y detuvieron a 17 jubilados ferrocarrileros, en Sonora, que salieron bajo fianza; los mineros de Cananea llevan 2 años en huelga y han sido reprimidos en varias ocasiones; hay más de 500 AFIs viviendo en los hoteles de Cananea con el único objetivo de actuar contra los trabajadores y sus familias. Los derechohabientes del INFONAVIT están siendo despojados de sus viviendas, que eran de interés social; pues al vender ilegalmente las carteras vencidas a empresas particulares, algunas de ellas en manos de los hijos de Martha Sahagún, les han subido arbitrariamente la deuda y los están desalojando de ellas, violentamente; uno de sus líderes, Cesar del Pardo, de Hermosillo, tiene orden de aprehensión y anda a salto de mata. Por todo eso y mucho más, que nos van a informar los representantes de cada estado que acudan a la IX Asamblea Nacional del FNCR, el 25 de abril, en Hermosillo, Sonora, es que estamos recorriendo los estados del Pacífico, invitando a tan importante evento.

Una de las comentaristas me hizo una segunda, dando ejemplos de las arbitrariedades y los abusos que están cometiendo los abogados de las empresas que compraron la cartera vencida de INFONAVIT. Y por eso, aproveché también para agregar los problemas de los ejidatarios de Huizopa, Madera, en el estado de Chihuahua, que también están siendo despojados de sus viviendas, pues debajo de ellas está el oro, que se quieren llevar las empresas canadienses, en complicidad con los gobiernos estatal y federal.

En general, hubo buena sintonía de los conductores del programa con nuestro tema principal. Tengo entendido que miles de radioescuchas están atentos siempre a este tipo de programas y algunos, en esta ocasión hasta llamaron, aunque haya sido por otros temas, como el electoral. Se que el mensaje quedó en la mente de miles de sinaloenses y que se van a preocupar por enviar a un delegado, por lo menos a Hermosillo. Este es otro fruto del periplo.

Esquivel me invita a comer y me pregunta: ¿Qué prefieres? Callos, le digo sin meditarlo, ya sabes que eso “me envenena”. Callos de hacha, que solamente encuentro aquí, con esa calidad, ese sabor y esa frescura, inigualables. Y nos vamos por callos a un lugar que él ya tiene bien reconocido. Están a 320 pesos por un kilo, y nos llevamos medio kilo. Enfila por la costera y nos paramos en un restauran donde el dueño es su amigo y hasta con cierto parentezco.

Una muchacha guapa nos pregunta: ¿Qué les sirvo? Y pedimos dos Pacífico y muchos limones, con un puñito de sal. Los callos están deliciosos. La chica nos acosa cada 5 minutos: ¿Desean algo más? Es alta, morena, joven, simpática y bien formada, como la mayoría de las sinaloenses. Los callos van desapareciendo poco a poco y Esquivel cede y le pregunta si tiene camarones. Negativo. Pero nos puede preparar una ensalada de atún y nos convence. Y llegan las otras dos Pacífico. Mi veterinario no debe de saberlo, pues con eso rompo con el tratamiento. Pero aquí, gozando del paso de turistas hermosas, por el malecón, contemplando extasiado el tan impresionante mar, azul e infinito, y con un sol, ya casi de verano, cervecero y certero, es realmente imposible evitar la tentación. Yo, que soy tan intransigente y tan revolucionario, estoy capitulando irremediablemente.

La tercera cerveza ya llega acompañada de unos aguachiles. Aparecieron los camarones y los prepararon de la mejor manera que se pueden comer en Mazatlán: como aguachiles. Así que lo confieso. Hice a un lado el programa diseñado y me he metido más de 3 horas en pecar con el mar y sus productos, aderezados con la disertación del Güero, acerca del ilustre Don Miguel Hidalgo y Costilla, el más grande revolucionario que ha tenido México, y nunca superado ni por Morelos ni Juárez ni Francisco Villa ni Zapata. Hidalgo, que se enfrentó a la entonces invencible corona española, que convocó y convenció a miles de mexicanos a salir y coger gachupines, que tomó por asalto la Alhóndiga de Granaditas y que decretó la abolición de la esclavitud que ya llevaba cerca de tres larguísimos siglos. Por eso lo invito de inmediato a la Conferencia Internacional Martí Juárez Lincon; en el ALMA de nuestra América, que se celebrará en Monterrey, del 18 al 19 de mayo próximo. En principio acepta, así que aquí está otro fruto del periplo.

Esquivel me lleva a su casa (que la siento tan mía) por el equipaje, y después, a una terminal de autobuses que está en los alrededores. En el justo momento en que vamos llegando anuncian la salida de un autobús a Culiacán y lo tomo sin dudarlo ni un segundo. Pago la mitad del boleto, en mi calidad de viejito. Y me subo a dormir a mis anchas en los dos asientos.

Me voy durmiendo con el recuento de los frutos que ya, indudablemente, han madurado. En lugar de las clásicas ovejas que hace años nos enseñaron a contar, brincando un obstáculo, voy repasando los frutos del periplo y así voy cayendo en un profundo sueño por la moderna y cara autopista que corre de Mazatlán a Culiacán, según vayas o vengas. Lo último que brinca el obstáculo, antes de lograr el sueño apetecido, es el autobús que va a transportar a los delegados de los estados del centro y sur del país, del DF a Hermosillo. Eso ya está seguro, me han dicho, una y otra vez en el CEN del PRD, donde nos apoyan algunos veteranos de la guerrilla de los ´70.

4

Es miércoles 1 de abril y Culiacán nos recibe con los brazos abiertos. Llego al hotel Executivo a las puras 7 de la tarde. El empleado que me atiende se hace bolas, pero al final encuentra mi reservación, pagada por los compas de los años ´70, y me entrega la llave de la habitación 441.

Me baño y cambio de ropa y salgo inmediatamente hacia el restauran, con todo y latop, pues aquí puedo gozar del Internet inalámbrico. Ahí instalo mi oficina y empiezo a leer los correos de los últimos días. Me da pena la carta de Edgar Sánchez tratando de impedir que realicemos la IX Asamblea Nacional en Hermosillo. Ha perdido el piso y se mueve en las arenas de la especulación. Bueno, allá él y sus compañeros del PRT, con los cuales he llevado una buena relación durante décadas.

Hasta ahí llega Heriberto Arias y más tarde Martha Camacho. Hablo por teléfono con Oscar Loza y con el compa Lazcano. Todos ellos son cuadros históricos de la lucha social y política. Con todos abordo la temática principal, pero también los asuntos particulares. Con Heriberto diseño actividades de solidaridad con Cuba; con Martha adelanto ideas para un posible homenaje al querido camarada Tenebras, junto con la presentación de la segunda edición de “La fuga de Oblatos”, de Michel, ahí en Culiacán, el próximo 16 de junio; con Loza hablo sobre la importancia de su participación en la IX Asamblea Nacional del FNCR, en Hermosillo, pues él estuvo en su refundación el 2 de octubre del 2007; y con Lazcano, busco la manera de satisfacer sus necesidades de PPG, y desearle una pronta recuperación en sus problemas de salud. Y cuidando la mía, me limito a cenar una ensalada César.

A medianoche ya estoy horizontal en la 441. Pongo el despertador, pues debo estar en Hermosillo a las 6 de la tarde.

No alcanza a sonar la alarma cuando ya estoy arriba. Pasaditas de las 6 de la mañana ya voy rumbo a la central de autobuses. Un TUFESA me queda bien, pues la boletera me asegura que estaré en Hermosillo a las 5 de la tarde. Y así fue. David está puntual a esa hora y me lleva a la UNISON, sin más demora. Al primero que veo es a Lagarda y le entrego mi libro de Memorias. Planeamos ese viaje que hemos pospuesto, tantas veces, por la ruta final de Oscar González, y quedamos en que Salvador Gaytán debe decidir la fecha a la mayor brevedad posible.

Van llegando los compas de uno en uno: del Barzón, del FADES, del FUNI (jubilados ferrocarrileros), Lupita Quiñonez y otros que se pierden en la memoria. Todos saben que se trata de la IX Asamblea del FNCR y les explico las necesidades de logística que hay que resolver. David Guadalupe me garantiza el hospedaje para todos. Y surgen ideas para resolver lo de los alimentos. Después paso a explicar el contenido de los libros que les vengo a ofrecer y David Gpe. se lleva el primero, con descuento.

Me dan un aventón a la central y ahí nos despedimos. Mexicali me espera enfiestado. La familia se reúne de nuevo por otra quinceañera. El periplo se trunca, por lo pronto. Sin embargo, las tareas se seguirán cumpliendo en los próximos días, por teléfono, Internet y cuantos medios estén a nuestro alcance. Eso ni dudarlo. Tenemos que asegurar la presencia de Tijuana, Mexicali, y tal vez de Ensenada. De Chihuahua también; de la sierra, principalmente, pues la represión está arreciando en todos los confines de la Patria. Y hay que pararla con movilizaciones. No hay de otra.

5

Hoy se reúnen en Tijuana los compas del FNCR local. Tal vez mañana vea a Salvador Gaytán, en Madera, para informarme sobre como sigue la represión en el Mineral de Dolores. Y tal vez vea a Raúl Florencio Lugo (sobreviviente del asalto al cuartel militar de Madera, el 23 de septiembre de 1965), en Agua Prieta, para invitarlo a la IX Asamblea.

Por lo pronto, estoy este miércoles 8 de abril en Puerto Peñasco, Sonora. Aquí, los jubilados ferrocarrileros se están reorganizando para luchar por sus demandas históricas y demandar unos terrenos en la zona federal del ferrocarril.

El viaje de Mexicali a Peñasco lo hice ayer, en 5 horas. Los primeros 300 kilómetros, hasta Sonoita, los he recorrido muchas veces en los últimos años. Pero los siguientes 100, a Puerto Peñasco, no; no venía desde hace muchas décadas. La primera vez tenía 6 años. Llegué hasta aquí invitado por mi abuelito, mi “Papá Manuel”, que trabajaba de rielero, en esta zona. El viaje, de Mexicali hasta aquí, lo hicimos en tren, por supuesto. Aquí supe lo que era el mar. Las tibias aguas del Golfo de California me enseñaron a chapotear por primera vez. Fueron unos días maravillosos. En mis Memorias 1945-1979 no está registrado este hecho. Y ayer se me presentaron aquellas estampas con nitidez. Peñasco era un puertecito con 20 casas, tal vez.

Algo parecido me pasó el domingo, cuando visité el Museo del ejido Michoacán de Ocampo. Regresaron a mi memoria escenas de mis primeros juegos y correrías en la cancha de la escuela. Y recordé los nombres de muchos de mis condiscípulos, así como los que estaban en sexto y quinto, más adelante que yo, en 1953.

Por eso es bueno volver a los sitios olvidados. Ellos tienen mucho que decirnos. La tierra es la misma, aunque no son los mismos árboles. “Nosotros, los de entonces”, tampoco somos los mismos. Ahora yo soy un trotamundos. Anoche dormí en el hotel California, de este Puerto; mañana, quién sabe dónde se hará mi sueño.

Lo cierto es que en los cien kilómetros, de Sonoita hacia acá, la curiosidad por conocer de cerca el famoso Pinacate, se me metió aún más en la cabeza. Por el camino vi muchos letreros sobre la zona volcánica del Pinacate y el gran desierto de Altar. Por eso es preciso que, un día de estos, ponga mis pies en esa zona, ahora invadida por norteamericanos, al igual que este puerto y sus alrededores, con hoteles de decenas de pisos y playas privatizadas. Un letrero, a la entrada de la zona urbana dice que hay 44,600 habitantes y me parecen pocos. Esto crece sin planificación, tan solo respondiendo a la voracidad de los empresarios, locales y extranjeros. Las costas de la península de Baja California están igual, realmente ya no son nuestras. Así que pongámonos las pilas y vislumbremos el futuro.

Un centenar de ferrocas y sus familias se reunieron por la tarde. Su líder, mi compadre Enrique García Cárdenas, les informó de las gestiones que se están haciendo en sus múltiples problemas laborales. Luego me cedió la palabra y los invité a la IX del FNCR, para que envíen un delegado de Peñasco, cuando menos. Me aplaudieron. Pero yo interpreté el aplauso como un reconocimiento al FNCR y a todos los que lo estamos impulsando, desde las más diversas trincheras y con las más disímiles acciones.

Estaba atardeciendo cuando nos despedimos de los últimos asistentes a la reunión, pues a todos hay que atender en lo individual, cuando así lo solicitan. Así que aprovechamos el descanso para ir al malecón a oir a las bandas que tocan, algunas de gratis y otras contratadas por algún billetudo. Por si las moscas, me llevé una guitarra prestada y canté algunas de las mías, cuando no había banda que nos alegrara. La luna arriba estaba espléndida. Un vientecillo frío, que venía del golfo, nos obligó a cubrirnos con chamarras; y las cervezas, frías como se acostumbran, nos permitieron abrir el pecho y desinhibirnos.

6

Mi plan original de dormir en Aguaprieta y seguir a Madera, se modificó ante la invitación de mi compadre, a una reunión de varios sindicatos locales, el próximo sábado 11, en Hermosillo; donde estarían, principalmente, los mineros de Cananea. Por ello, decidí pasar los días jueves y viernes santos, en santa paz en Mexicali. Tomé en el Puerto el autobús de las 11 de la noche y llegué, a mi ciudad natal, poco antes de las 5 de la mañana, del jueves 9.

El sábado llegué casi directamente a la reunión de sindicatos, en el STAUS. Los trabajadores académicos de la universidad de Sonora han sido los anfitriones de las últimas reuniones de este tipo, aquí en Hermosillo. Los temas principales fueron la recién estallada huelga del STEUS y la de los mineros de Cananea, que ya lleva más de 20 meses. En asuntos generales, me correspondió invitarlos a la IX Asamblea Nacional del FNCR. En este punto, el representante del comité de defensa del parque Villa de Seris se refirió a la información que les dio, el pasado 1 de abril, Edgar Sánchez, en el sentido de que la compañera Rosario Ibarra no estaba de acuerdo en la realización de nuestra asamblea y no iba a venir. Ante esa duda, ellos y el propio STAUS, declinaban la invitación, a menos de que hubiera un pronunciamiento directo de la Senadora a favor de la IX Asamblea.

Los mineros de Cananea nos invitaron, a todos los presentes, a un foro de solidaridad con su lucha, que realizarían el lunes 13, en Cananea. Así que, ante tan interesante evento, seguí modificando mi plan original. Y acepté la invitación de mi amigo Longoria, para pasarme las próximas horas en la zona de Empalme-Guaymas-San Carlos. Horas de pura distensión, diversión y contemplación de los paisajes semidesérticos, las montañas de piedra con sus figuras caprichosas y los complejos turísticos de extranjeros en nuestras mejores playas. Miles de jóvenes sonorenses, en su gran mayoría, convirtieron a San Carlos en un verdadero carnaval, la noche del sábado. El domingo, una ceremonia Yaqui, la Pascola, llamó mi atención por el sincretismo en que está envuelta y la pasión con que se entregan los descendientes de esta nación tan aguerrida. La familia de mi amigo, que vive en La Atravezada, me acogió, como a uno más de sus miembros y pasé, esos dos días, como en mi propia casa.

De regreso a Hermosillo, mi compadre y el Chiquilín (otro fraternal ferrocarrilero), llegaron por mí a la terminal de Tufesa y nos fuimos directamente al lugar de la cita: la Plaza de los Cien Años, a un costado del Museo de la UNISON. Ahí esperamos dos horas la salida de un autobús hacia Cananea. Mientras, desayunamos y conversamos sobre los temas más candentes de Sonora y del país. También fui conociendo mejor a los líderes de los sindicatos locales, algunos con pasado guerrillero.

Llegamos a Cananea a las 4 de la tarde. El XII Foro Minero Nacional empezó justo a las 5. El auditorio estaba hasta los topes. Había gente parada. Los mineros, casi todos, llevaban una playera y una gorra roja, con sus logotipos. Los dirigentes del comité nacional, los delegados de las secciones de diversos estados y los representantes de los sindicatos solidarios, estaban en el presídium. El maestro de ceremonias, con voz de trueno, anunciaba a cada uno, en su turno, para hacer uso del micrófono. Él mismo leyó el saludo que, a nombre de la Asamblea Permanente del FNCR le hice llegar, antes de empezar el acto. Cuando lo leyó, retumbó en la sala un combativo coro de los asistentes: ¡Ese apoyo si se ve!, repetido 3 veces.

Tanto los discursos como los coros de los mineros nos mantuvieron en el clímax de la emoción política: ¡Si no hay solución habrá revolución! ¡Esta lucha va a llegar a la Huelga Nacional!… Etc. Y las mentadas al presidente, al gobierno y a la burguesía, se repitieron a lo largo de más de tres horas. Una experiencia que también hemos vivido en las asambleas y marchas del SME, los tranviarios, etc, en la Ciudad de México. Pero que aquí, en la cuna de la Revolución Mexicana, nos hace recorrer, en segundos, más de cien años de historia patria.

Ayer martes, aparte de esperar que mi amigo diputado, mejor conocido como El Diablo, me patrocinara el boleto de avión, me entrevisté con algunos compañeros que están apoyando decididamente la realización de la IX del FNCR. Lo mejor del día es que se suman a nuestra iniciativa, algunos líderes de la nación Yaqui y los dirigentes del sindicato del Agua, de Hermosillo. Ellos también quieren denunciar los casos de represión que han vivido.

Me voy a dormir al hotel Kino, patrocinado por mi compa Reynaldo Millán, y hoy me levanto con la novedad de que cientos de efectivos federales han vuelto a tomar la ciudad de Cananea; tal vez intenten desalojar por la fuerza a los mineros de su fuente de trabajo, violando una vez más el tan mentado Estado de Derecho, lo cual no sería ninguna novedad. Por eso es muchísimo mas importante la realización de la IX del FNCR acá.

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