Zapateando
Criminaliza la protesta, la organización y la lucha
A todo opositor a sus planes lo ve como “enemigo interno”
La militarización va dirigida contra el pueblo
La derecha busca que la sociedad justifique el terror
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El Tajín, Papantla, Ver.– Ex preso de conciencia, Héctor Cerezo Contreras participó el 27 de junio en el Foro “Váyanse o los sacamos” en representación del Comité Cerezo México. Entre los integrantes de su comité que lo acompañaron estaba Pedro Alvarado, otro expreso de conciencia que pasó años encerrado, junto con los hermanos Alejandro, Antonio y Héctor, los dos últimos, recién liberados hace meses, después de más de 7 años de prisión.
Héctor Cerezo inició su mensaje agradeciendo el apoyo y la solidaridad para la liberación de ellos y de todos los presos de conciencia. Observó que en este momento el país vive en medio de una fuerte criminalización de la protesta social, de la organización y de la lucha. Hay represión contra todos los actores que se oponen al proyecto neoliberal.
El Estado mexicano tiene en sus manos todas las herramientas jurídicas para reprimir de manera impune. La derecha lleva a cabo un plan contrainsurgente para eliminar a todos los opositores a sus proyectos, de lo cual son testimonios claros las represiones de 2006 en Atenco y en la ciudad de Oaxaca. El Estado mexicano sí cree en el imaginario social y se está preparando para reprimir en 2010 y en 2012.
La represión es inevitable, pero al menos hay que hacer que no paralice las expresiones organizadas del pueblo en su lucha, dijo. Necesitamos mecanismos para enfrentar la contrainsurgencia que impulsan los gobiernos del PAN, el PRI y el PRD, bajo el pretexto de que luchan contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Basta que se reúnan 3 o 4 personas para que el Estado los acuse de “delincuencia organizada”, aunque no hayan cometido delito alguno, es suficiente con decir que tienen la posibilidad de hacerlo “algún día”.
La derecha sí tiene un plan y su programa está avanzando en la contrainsurgencia y el control social. Felipe Calderón tiene como actor fundamental al ejército y tiene también una legislación que le permite salir impune de las violaciones a derechos humanos. Y va a avanzar más en esa legislación represiva.
No todas las crisis económicas produjeron movimientos revolucionarios, también produjeron el fascismo y eso están impulsando en América Latina.
Debemos tener responsabilidad política –pidió Héctor Cerezo– porque el Estado sí se lo está tomando en serio. Si nosotros no nos lo tomamos en serio, vamos a sufrir una represión brutal.
Efectivamente, el capitalismo está en crisis pero, a diferencia de lo que opinan algunos analistas de izquierda, el Estado se está fortaleciendo y está fortaleciendo sus aparatos represivos, en lo militar, lo ideológico y lo político.
Preguntémonos: ¿Por qué la derecha también llama a votar en blanco o al voto nulo? ¿Por qué también la derecha critica a las instituciones? Recordemos cómo en otros países de América Latina la derecha destruyó a instituciones progresistas.
Además de la Otra Campaña, hay otras organizaciones anticapitalistas, pero no han logrado articularse a nivel nacional.
En Guerrero está en pleno la política contrainsurgente, con los muertos de la OPIM (Organización del Pueblo Indígena Me´phaa) y tres días de ataque militar a comunidades indígenas. Pero además de atacar a las organizaciones sociales independientes, están atacando a las organizaciones de derechos humanos como a Tlachinollan de la Montaña de Guerrero, lo mismo que al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, en Chiapas, y al Comité Cerezo México, que trabaja por la libertad de todos los presos de conciencia, sin excepción, y por la presentación de los desaparecidos.
No es casual que esta estrategia represiva la impulse en este momento el gobierno de Calderón, ya que es parte de la estrategia global del gobierno norteamericano.
Es importante el programa nacional de lucha, pero también hay que pensar en qué está haciendo la derecha. En algunos estados de la república hay organizaciones muy fuertes, pero no es en todos los estados del país.
¿Qué responsabilidad política tendremos si en algún estado 10 o 20 jóvenes se aventuran a tomar una gasolinera o un cuartel militar?
Hay que tener el análisis de la realidad, de todos los actores políticos y dónde se insertan, y no dejar de lado un espacio correcto a la discusión ideológica. Sin embargo, la derecha no va a hacer diferencias entre comunistas, anarquistas o zapatistas. A todos los trata como “enemigo interno”, es decir, como a un enemigo al cual echarle encima al ejército.
El combate al narcotráfico es un pretexto para el Estado mexicano, porque para él todos los presentes (se refirió a los participantes en el foro “Váyanse o los sacamos”) somos el enemigo, todo el pueblo, es decir, personas con nombre, apellido, historia, familia.
Por eso están incrementándose los “levantones”, como llaman ahora a las desapariciones forzadas. Y en el imaginario social se dice: “por algo será”, o se dice: “por algo lo torturaron o lo decapitaron”. “¿Qué dirá la gente cuando aparezcan nuestras cabezas?”, se preguntó, ante todos los foristas, Héctor Cerezo. La derecha maneja un discurso para convencer a la sociedad y para que la sociedad justifique la represión. Debemos dirigirnos a la sociedad, porque es ella la que puede parar la represión.
A veces nos peleamos más con otros compañeros que no piensan igual que nosotros que con el Estado. Pero el Estado no distingue entre un guerrillero y una ama de casa, quiere aterrorizar a las comunidades para desplazarlas y desorganizarlas.
En síntesis, Héctor Cerezo hizo un llamado general a continuar con una reflexión sobre la realidad nacional, sin olvidar las estrategias de la derecha y en, ese contexto, cómo se insertan los movimientos sociales.
Es necesario, dijo, refiriéndose a su trabajo en derechos humanos, impulsar talleres de monitoreo en derechos humanos y documentar la represión, lo cual no es un aspecto menor. Hay que ponerles nombres y rostros a los represores, concluyó.
Centro Independiente de Informacion Nacional
miércoles, 8 de julio de 2009
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