Periódico La Jornada
Domingo 23 de enero de 2011, p. 3
Colombia entrena a miles de policías y soldados mexicanos para la lucha contra el narcotráfico, según un extenso reportaje publicado ayer por The Washington Post.
La mayor parte del adiestramiento se realiza en México, pero al agravarse la amenaza de los cárteles mexicanos cada vez más elementos han viajado al país sudamericano para ser entrenados, agrega el diario, el cual cita recientes declaraciones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de que el país puede ofrecer su experiencia en “desmantelar cárteles, entrenar oficiales de inteligencia y capacitar a la policía judicial”.
El reportaje, firmado por Juan Forero, del servicio extranjero del WP, afirma que instructores colombianos, “acompañados por investigadores y fiscales de Estados Unidos y Canadá, han impartido cursos semanales en México acerca de cómo recabar evidencia y sustanciar procesos judiciales para desmantelar los cárteles de la droga”. Añade que agentes del Ministerio Público y jueces mexicanos han viajado a Colombia para discutir las reformas legales que México podría llevar a cabo, con el fin de dar al Estado mayores facultades para decomisar bienes al narcotráfico.
Según el texto, fechado en Cajica, ciudad de la montañosa región central de Colombia, unos 7 mil mexicanos han participado en los cursos de adiestramiento, los cuales han sido financiados, en parte, con 800 mil dólares aportados por Estados Unidos.
El texto describe el punto culminante de un entrenamiento de cuatro meses en Cajica, poblado situado en una fría montaña del centro de Colombia, durante el cual soldados y policías aprendieron a efectuar operaciones en la selva, saltar desde helicópteros, desactivar bombas y atacar bastiones urbanos.
El diario recoge declaraciones de dos policías mexicanos participantes, César Mejía y Carlos Nieves. En la selva colombiana, dice Nieves, comandos colombianos les enseñan que el creciente poder de fuego de los cárteles mexicanos se debe combatir con más poder de fuego.
Al terminar la práctica, consistente en atacar un puesto rebelde fuertemente resguardado, se exigió a los mexicanos realizar una larga marcha llevando a cuestas mochilas de 25 kilos y arrastrarse por el lodo casi 100 metros.
El periódico apunta que la participación del país sudamericano permite al gobierno de Barack Obama contribuir a que México mejore sus fuerzas de seguridad sin una presencia sustancial de la policía o las fuerzas armadas de Estados Unidos al sur de su frontera. Los militares estadunidenses pueden hacer mucho más por conducto de los colombianos de lo que en términos políticos podrían realizar directamente, considera Roderic Ai Camp, experto en fuerzas armadas mexicanas, del Claremont McKenna College, de California, citado por The Washington Post.
Centro Independiente de Informacion Nacional
domingo, 23 de enero de 2011
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