en solidariad con las rebeliones y movilizaciones de los pueblos árabes
Declaración conjunta
El inicio del 2011 mostró un nuevo despertar de la acción de los explotados y oprimidos contra sus gobiernos autocráticos y contra los devastadores efectos de la crisis económica internacional. En Túnez, Egipto, Bahrein y otros países del Magreb y Medio Oriente, cientos de miles salieron a las calles; los dictadores Ben Ali y Mubarak, agentes del imperialismo europeo y estadounidense en sus países, cayeron como resultado de estas movilizaciones y procesos revolucionarios.
Desde mediados de febrero, amplios sectores de las masas libias salieron a luchar contra el gobierno de Muamar Kadafi, quien en los últimos años fue el responsable de instrumentar los planes neoliberales en el país y contaba con el beneplácito de los principales gobiernos imperialistas y la liga árabe. El régimen libio respondió con furia represiva a las movilizaciones, provocando verdaderas masacres; a pesar de ello, la rebelión avanzó en controlar parte importante del país, existiendo hoy una guerra civil que enfrenta a los rebeldes con las fuerzas adictas al régimen. Mientras el gobierno apela a sus fuerzas armadas, agentes de inteligencia y mercenarios de otros países, la rebelión se basa en la acción decidida de decenas de miles –mayoritariamente jóvenes provenientes de las clases populares- que sin entrenamiento militar y con el armamento que encuentran a su paso, están decididos a morir en su lucha contra Kadafi. También participan de esta rebelión sectores del mismo ejercito kadafista y políticos provenientes del antiguo régimen, que junto a "notables" (intelectuales, profesionistas, empresarios, etcétera) han conformado el Consejo Nacional libio y se erigieron en la dirección de la rebelión, pretendiendo limitar su radicalidad, "regularizar" las milicias bajo el control de los ex oficiales del ejercito kadafista, y apostando a reemplazar a la dictadura de Kadafi con un régimen también confiable para los intereses políticos y económicos de las potencias imperialistas.
Cuando estamos escribiendo este pronunciamiento, las tropas de Kadafi intentan retomar Bengasi, importante ciudad en manos de los rebeldes; la derrota de la rebelión puede servir para frenar los procesos revolucionarios que hemos visto en el mundo árabe y para perpetuar la dominación imperialista sobre la región.
Por eso, es fundamental impulsar la más amplia solidaridad internacional con las masas libias, multiplicando las acciones, denunciando la represión del régimen y bregando por el triunfo de la lucha de las masas contra Kadafi, que avance en cortar de raíz la subordinación al imperialismo y liquidar las bases capitalistas del país.
Al mismo tiempo que nos solidarizamos con la rebelión libia, alertamos contra cualquier injerencia de las potencias imperialistas, sea a través de la OTAN o de la Organización de las Naciones Unidas, y de la Liga Arabe, que bajo un falso discurso de "humanitarismo" y "democracia" están discutiendo acciones que eventualmente podrían llegar hasta una intervención militar, lo cual incluso es solicitado por sectores del Consejo Nacional rebelde. Ya en el caso de Bahrein, la intervención de Arabia Saudita busca salvaguardar a la reaccionaria monarquía de aquel país. Aunque en el caso de Libia, esta salida aun presenta importantes contradicciones y no está dicho que vaya a ser llevada adelante, es fundamental enfrentarla desde ahora mismo.
La hipocresía imperialista enarbolada por Hillary Clinton, Obama, Zapatero y otros no tienen límites. Los mismos que invadieron y masacraron en Irak y Afganistán, que enviaron los cascos azules a la ex Yugoslavia y otros países de América Latina y África, y que sostuvieron a las autocracias de Magreb y Medio Oriente, ahora, después de darle la espalda a su antiguo socio Kadafi, se llenan la boca de "democracia" y amenazan con intervenir en "defensa del pueblo libio". Lejos de intenciones humanitarias, el objetivo de una intervención de las "democracias occidentales" sería garantizar la estabilidad de las exportaciones petroleras y un gobierno confiable para los Estados Unidos y la Unión Europea, que continúe lo hecho por Kadafi en los años previos, en cuanto a mantener la opresión imperialista responsable de la miseria y la explotación del pueblo libio. Lo que busca la posible intervención imperialista es frenar que la rebelión vaya en el sentido de cuestionar los intereses de las potencias europeas y EEUU, como el suministro de petróleo y las inversiones de las transnacionales, y sería una "cabeza de playa" contrarrevolucionaria para derrotar la movilización de las masas en toda la región.
Por ello, la lucha contra Kadafi es inseparable de la movilización activa contra cualquier intervención "humanitaria" imperialista. Sólo la unidad con los pueblos de la región fortalecerá la lucha del pueblo libio por terminar con el régimen de Kadafi. Sólo la lucha independiente de las masas libias, apelando a la solidaridad internacional, podrá llevar al triunfo a sus legítimas y justas demandas.
Los trabajadores y sus organizaciones sindicales, la juventud y el pueblo de México deben hacerse parte de una gran campaña de solidaridad internacionalista con las masas de Libia, Bahrein y la región. En el caso de Libia, si la rebelión contra Kadafi triunfa bajo una perspectiva independiente y confronta la opresión imperialista, las movilizaciones y luchas de los trabajadores y el pueblo de México estarán en mejores condiciones para triunfar contra los planes de Calderón y EE.UU., como es el caso de los trabajadores electricistas, el magisterio, la juventud y las organizaciones de mujeres que enfrentan la militarización y los feminicidios. La lucha de la clase obrera y los pueblos tiene el mismo enemigo: el imperialismo y sus gobiernos sirvientes.
Bajo esa perspectiva es que llamamos a las organizaciones sindicales, políticas, populares y de derechos humanos, a participar en el mitin que se realizará el domingo 20 de marzo a las 12 hs frente a la Embajada de Estados Unidos en México DF, en el marco del día internacional de solidaridad con las rebeliones y movilizaciones de los pueblos árabes, las cuales se encuentran en curso en Libia, Bahrein, Túnez, Egipto, y otros países y que es necesario apoyar hasta su triunfo.
Coordinación de solidaridad con las rebeliones del Magreb y el mundo árabe
Grupo de Accion Revolucionaria – Liga Socialista Revolucionaria de Chihuahua – Liga de Trabajadores por el Socialismo – Partido Obrero Socialista – Partido revolucionario de las y los trabajadores
No hay comentarios.:
Publicar un comentario