La influencia porcina ¿beneficia al Tamiflu de Donald Rumsfeld?
http://sp.rian.ru/analysis/20090501/121390440.html
Antes de empezar quiero recalcar de que la observación y la crítica que se realiza en contra de un sistema de salud imperante que se tiene en Bolivia y a nivel mundial que arruina y mata a sus ciudadanos y que son controladas por elites con fines de lucro económico y no salvar vidas. Por principios de ética y moral en ningún momento se va a realizar acusaciones hacia terceras personas.
Lo que se busca con las afirmaciones que se va a realizar mas adelante es concientizar a nuestra población para que no sean mas engañados por el sistema de salud que se tiene. Vale la pena recalcar que hubo médicos científicos, académicos y profesores que en su momento en sus respectivos países, realizaron denuncias contra el sistema de salud imperante. Pero como consecuencia de eso fueron expulsados de las sociedades médicas respectivas y les retiraron la licencia para ejercer la medicina.
Seguramente se trato de una las denuncias más completas, integrales, explícitas y claras del papel que juega a nivel mundial el complejo formado por el sistema de salud y la industria farmacéutica.
Pero por una parte existe, la errónea concepción de la salud y la enfermedad que tiene la sociedad moderna, fomentada por esta mafia médica que ha monopolizado la salud pública creando el más lucrativo de los negocios.
Además de tratarse sobre la verdadera naturaleza de las enfermedades, se explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la investigación sino también la docencia médica, y cómo se ha creado un sistema de salud basado en la enfermedad en lugar de en la salud, que cronifica enfermedades y mantiene a los ciudadanos ignorantes y dependientes de él. Todo esto es pura artillería pesada contra todos los miedos y mentiras que destrozan nuestra salud y nuestra capacidad de autorregulación natural, volviéndonos manipulables y completamente dependientes del sistema.
La medicina significa negocio: Ya en siglos anteriores la medicina era buena y a finales del siglo XX ya se tenía lo necesario para curar cualquier enfermedad con el desarrollo de la ciencia con un tratamiento a nivel científico micro quirúrgico, molecular, celular y inmunológico. Es mas todas las enfermedades son curables siempre y cuando se aplique la ciencia sin fines lucrativos. Y algunos países desarrollados en el área de la medicina todo esto lo tienen y lo mantienen como un secreto de estado donde ellos dan solución no solo al cáncer, al sida y a otras enfermedades letales por los que lamentablemente los pacientes tienen que morir, y donde ellos en base a auto transplantes micro quirúrgicos de células pueden regenerar cualquier órgano.
La respuesta que los pacientes generalmente reciben cuando están enfermos, es que el cáncer, el sida y otras enfermedades graves no tienen solución y por los que los pacientes lamentablemente tienen que morir.
No todas las personas responden a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial, sin embargo las medicinas no agresivas (terapias alternativas no agresivas) son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.
En los congresos internacionales todas las presentaciones y ponencias están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el “comité científico” organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto.
Existe un control y manipulación a la que están sometidos los médicos y los futuros médicos, es decir, los estudiantes. Sin embargo a medicina es, ante todo, un negocio. La Medicina está hoy controlada por los seguros “públicos o privados, da igual”, porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir. Es más, los seguros determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Y es que si miramos detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social, encontramos lo mismo.
El poder económico: Es el dinero quien controla totalmente la Medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar más dinero.
¿Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma, porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación, pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, no interesa. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, toda la vida.
Si vemos lo que ocurre en el sistema de salud de Bolivia existen muchos pacientes con enfermedades crónicas que tienen que de por vida comprar fármacos, cuando ya en la práctica existen tratamientos en el mundo para solucionar esas enfermedades. Pero eso no es rentable, no interesa porque las personas sanas no generan ingresos. Ellos se hacen dependientes de los médicos y de los fármacos por que el sistema de salud así esta diseñado. Mientras los pacientes sean más tontos y no tengan la más mínima idea sobre su enfermedad es mucho mejor para el sistema de salud.
Un sistema de enfermedad: El sistema de salud es en realidad un sistema de enfermedad. Se practica una medicina de la enfermedad y no de la salud. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo
Seria diferente el resultado de los tratamientos en la medicina si se reconociera la existencia de la mente y las emociones del paciente.
El sistema de salud está al servicio de quien le saca provecho: la industria farmacéutica. De manera oficial “puramente ilusoria” el sistema está al servicio del paciente pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema de enfermedad en su propio beneficio. Se trata, en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema de salud que crea enfermedades y mata por dinero y por poder.
Si realizamos una pequeña encuesta a nuestra población vamos a ver que existen pacientes que cuando se encuentran con un estado de salud grave, no quieren hospitalizarse, porque ellos piensan de que en los hospitales los pacientes generalmente mueren. Ellos ya tienen una idea sobre los resultados que se dan en nuestros hospitales, que debería hacernos pensar mucho el del porque ocurre todo eso. Sobre todo cuando los pacientes no tienen acceso a sus historias clínicas, y mucho menos cuando fallecen no se da la información verídica sobre el motivo de la muerte del paciente. Cosa que a los pocos momentos de la muerte de un paciente ya se debería tener el resultado de una autopsia y otros sobre la causa de la muerte del paciente. Ocurre que en nuestros hospitales de Bolivia ni siquiera se tiene una historia clínica de un paciente. Y si nos preguntamos el del porque, seguramente ustedes mismos ya sabrán la respuesta.
El papel que juega el médico en la mafia médica: El médico muchas veces de forma inconsciente, es la correa de transmisión de la gran industria. Durante los años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades. Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida.
Además se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un “dios” de la salud. De ahí que incluso exista caza de brujas entre los propios profesionales de la medicina. La medicina oficial, no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles al sistema. Cuando en la práctica existen científicos que tratan de poner en la práctica conocimientos adquiridos en beneficio de la población para salvar vidas y solucionar el problema de salud de los pacientes. Pero existe la casería de brujas entre los profesionales de la medicina, impidiéndoles ejercer buscando todo tipo de pretextos mucho menos científicos.
El sistema de salud pretende hacer creer que la única medicina válida es la llamada “medicina oficial”, sin darle utilidad al desarrollo de la medicina a nivel científico micro quirúrgico, molecular, celular, inmunológico. Ya que actualmente seguimos realizando tratamientos como en los siglos pasados y aun mucho peor.
La medicina oficial está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta de “enfermedad psicosomática” al paciente y le envía a casa tras recetarle pastillas para los nervios.
La medicina convencional sólo se ocupa de hacer desaparecer los síntomas. Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico. Se da la impresión de curar pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge.
Las llamadas medicinas suaves o no agresivas dan mejor resultado: Son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística y le ayudan a sanar, pero tampoco curan. Cualquiera de las llamadas medicinas alternativas no agresivas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso, complementos. Es necesario tomar en cuenta muy seriamente a los medicamentos homeopáticos.
Porque el verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes. En nuestras manos está, pues, romper esa esclavitud.
Si nos preguntamos: ¿por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, costosísimo por otra parte?
A ese respecto existen tres hipótesis:
La primera es que quizás no saben que todo esto está pasando, pero es difícil de aceptar porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema de salud y la conspiración existente.
La segunda hipótesis es que no pueden acabar con ello, pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder.
Y la tercera, supongo, es que no quieren acabar con el sistema. Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, ésa parece la más plausible. Y si un Gobierno se niega a acabar con un sistema de salud que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la mafia.
“En Bolivia el gobierno de Evo Morales se niega a acabar con un sistema de salud que arruina y mata a sus ciudadanos es porque llego a forma parte de la mafia”.
La mafia médica: Lo integran a diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las agencias de medicamentos, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) “el Ministerio de Salud de la ONU ” y, por supuesto, el gobierno mundial en la sombra del dinero.
La Organización Mundial de la Salud es “la mafia de las mafias”, esta organización está completamente controlada por el dinero. La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la “política de enfermedad” en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar de su control.
La Declaración de Alma Ata: Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo “ministerio de salud” es la OMS. Desde entonces “derecho a la salud” significa “derecho a la medicación”. Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.
Una labor que no se cuestiona, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud ? Sin embargo, hay que preguntarse ¿quién controla a su vez esa organización a través de la ONU ? La respuesta es simple: el poder económico.
Ni siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control: Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU , es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras creen que sirven altruistamente a la gente pero en realidad sirven al dinero.
Es una mafia sumamente poderosa, omnipotente. Ha eliminado toda competencia. Hoy día a los investigadores se les “orienta”. Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los médicos, científicos, profesores, académicos “alternativos” se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también.
Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte. De hecho, la obsesión por vivir más o simplemente por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se “fabrican” multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc.
Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado. Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita; el padre, la Viagra ; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y muriendo igual.
Las autoridades nos mienten: Lo que se trata de explicar del sistema de salud imperante es una realidad que cada vez más gente debería empezar a conocer sobre “las tres grandes mentiras de las autoridades políticas y sanitarias”.
Las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio.
Cuando el sida, el cáncer y otras enfermedades por las que los pacientes tienen que morir. Hoy en día ya existen tratamientos que solucionan esas enfermedades. Pero por el contrario en Bolivia y otros países las hormonas son recetadas a las mujeres por los médicos, y como resultado de eso se genera cáncer y otras complicaciones en los pacientes.
Cuando en la práctica hay cosas simples y baratas como el ajo que pueden prevenir las enfermedades oncológicas, cardiovasculares y otras enfermedades, así como también prevenir cosmeticamente el envejecimiento de las personas, así como el ajo existen otras que están al alcance de todas las personas.
Las vacunas: Afirmar que ninguna vacuna es útil no se sostiene. Otra cosa, que sí compartimos, es que algunas son ineficaces y otras inútiles, a veces hasta peligrosas.
La única inmunidad auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años. Es más, las vacunas artificiales cortocircuitan por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo. Y que las vacunas tienen riesgos es algo muy evidente; a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Y Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté enferma. Asimismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad constatada de ciertas vacunas.
Me refiero a las enfermedades como la tuberculosis y el tétanos, vacunas que no confieren ninguna inmunidad; la rubéola, de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural; la difteria, que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos; la gripe y la hepatitis B, cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas.
Por ejemplo en Bolivia hay una gran cantidad de personas que están infectados y son portadores de la bacteria de la tuberculosis, pero la bacteria no esta activa es decir la persona no esta enferma con tuberculosis, porque el sistema inmunológico (sistema de defensa del organismo) de la persona esta trabajando bien. Así de esta manera ocurre en muchos casos. En nuestro país lamentablemente no existen datos sobre la cantidad de personas, infectadas, no infectadas y enfermas. Nos mienten cuando nos muestran ciertos datos estadísticos que son falsos. Por ejemplo a mí nunca me tomaron datos sobre mi estado de salud.
Son peligrosas: Las innumerables complicaciones que causan las vacunas “desde trastornos menores hasta la muerte” están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante. Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto contra los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras.
Le menciono algunas: Mire, en primer lugar las vacunas son caras y le suponen a los estados un gasto de miles de millones de euros y dólares al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas es el que obtiene la industria. Además, la vacunación estimula el sistema inmune pero, repetido la vacunación, el sistema se agota. Por tanto, la vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el “sida silencioso” y garantizar un “mercado de la enfermedad” perpetuamente floreciente. Más datos: la vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz. Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región. Sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de la población y es una arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.
Bueno, es evidente que hay muchas cosas de las que se puede hacer un buen o mal uso pero eso depende de la voluntad e intención de quien las utiliza.
Bien, hablemos de la segunda “gran mentira” de las autoridades: el Sida no es contagioso. La teoría de que el único causante del sida es el VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida es falsa. Ésa es la gran mentira. La verdad es que tener el VIH no implica necesariamente desarrollar sida. Porque el sida no es sino una etiqueta que se “coloca” a un estado de salud al que dan lugar numerosas patologías cuando el sistema inmune está bajo. Y niego que tener sida equivalga a muerte segura. Pero, claro, esa verdad no interesa. Las autoridades nos imponen a la fuerza la idea de que el Sida es una enfermedad causada por un solo virus a pesar de que el propio Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, co-descubridor oficial del VIH en 1983, reconoció ya en 1990 que el VIH no es suficiente por sí solo para causar el sida. Otra evidencia es el hecho de que hay numerosos casos de sida sin virus VIH y numerosos casos de virus VIH sin sida (seropositivos). Por otro lado, aún no se ha conseguido demostrar que el virus VIH cause el sida, lo cual es una regla científica elemental para establecer una relación causa-efecto entre dos factores. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que el VIH es un retrovirus inofensivo que sólo se activa cuando el sistema inmune está debilitado.
El VIH fue creado artificialmente en un laboratorio: Investigaciones de eminentes médicos indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.
En el Congreso sobre SIDA celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los “supervivientes del sida” afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, era absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues bien, se puede sobrevivir al sida... pero no al AZT. Este medicamento es más mortal que el sida. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmunodepresores como se refuerza el sistema inmunitario. Mire, el sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica. Es así de simple.
Hablemos de la “tercera gran mentira” de las autoridades: la de que el cáncer es un misterio: El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida. Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunitario está débil y no puede eliminarlas. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.
Y es en ese momento cuando se entra en el engranaje del “sistema de enfermedad”: Porque cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o “formas de tortura”: amputarle (cirugía), quemarle (radioterapia) o envenenarle (quimioterapia). Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos.
Y después de cuatro décadas de “lucha intensiva” contra el cáncer, ¿cuál es la situación en los propios países industrializados? Que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado. Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento. Se han despilfarrado miles de millones de euros y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo.
Hoy sabemos a quién beneficia esta situación. Como sabemos quién la ha creado y quién la sostiene. En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas. Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del “armamento contra el cáncer”; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.
Pero si realmente se aplicara la ciencia para hacer regenerar cualquier celular a nivel científico microquirúrgico, molecular, celular, inmunológico y otros tratamientos el resultado sería positivo, pero esto no le interesa a la industria médica por que no genera dinero.
La mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. Por ejemplo si tenemos un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida, todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Entonces la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar.
Pero para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado: Se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad.
La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente y conectado con su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso.
Probablemente dentro de algunos años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud.
Dejar a un lado la llamada “medicina oficial” y la seguridad que propone para ir a un terapias no agresivas es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior.
Lo que nos impide romper con la autoridad exterior es el miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir, concebida para comportarnos como dioses. ¿Y desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos enfermos. Esa es la realidad.
Los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia tienen que informar sin intentar convencer. Decir lo que sabe y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: “Eso es imposible”. En cambio, si tienen abierto el corazón, escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.
Según las últimas informaciones en Cuba mueren cinco niños por utilización de la vacuna pentavalente: CINCO INFANTES MUERTOS POR INYECCIÓN PENTAVALENTE Por: Engor Díaz Allen. Guantánamo, Cuba, 22 de abril 2009.- Cinco niños han muerto en la provincia de Guantánamo producto de que fueron inyectados con una vacuna fabricada por los laboratorios Cubanos nombrada Pentavalente.
Por información de autoridades de la Salud en esa provincia, se conoció que 5 infantes menores de 6 meses han fallecido en lo que va de año producto a que fueron inyectado con la vacuna inmunológica Penta. Que según los científicos cubanos sirve para contrarrestar las enfermedades como la Hemofilia , Hepatitis, Diferías, Paperas y Tos ferina.
Uno de los fallecidos el día 10 del mes en curso es José Javier Marín, de 2 meses de nacido. Antes de que las autoridades de Salud dieran la noticia a sus familiares de la muerte, fue desplegado un operativo policial en los alrededores de la casa de sus padres y de la funeraria donde sería velado con el objetivo de evitar alboroto al momento de la llegada del cadáver.
Según un corresponsal en Guantánamo del Centro de Información Hablemos Press, CIHPRESS y la información proporcionada por un periodista independiente cubano:
Cuba comercializará al exterior nueva vacuna pentavalente: Heberpenta, en cuya creación participaron el CIGB, el Instituto Finlay y el Laboratorio de Reactivos Químicos de la Universidad de La Habana , inmuniza contra cinco enfermedades a la vez: difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y la bacteria Haemophilus influenzae tipo b, que provoca meningitis, neumonías y otitis y causa la muerte de medio millón de infantes en el mundo.
De alta calidad y eficacia, las vacunas que componen la pentavalente tienen una protección, en cuanto a la difteria y el tétanos, de un 95%; en la tos ferina, el 80%; la hepatitis B, un 98%, y en relación con el Haemophilus influenzae tipo b de un 99,7%, de acuerdo con ensayos clínicos.
Conceden registro sanitario a vacuna pentavalente cubana: El Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos (CECMED) concedió el registro sanitario, que autoriza su uso en Cuba, a la vacuna pentavalente desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Un pediatra inmunólogo mexicano no recomienda la utilización de la vacuna pentavalente en México, independiente del lugar donde se produzca esta.
Actualmente con la gripe influencia porcina que se esta generando en el mundo, se esta beneficiando la industria médica y la farmacéutica. Pero es incomprensible que no sepan identificar a la influencia, es mas en Bolivia nos dicen que no tienen laboratorios donde se los pueda identificar. Entonces todos los seguros estatales y privados siempre nos han engañado y han robado a la población ofreciéndoles seguros de salud que nunca han salvado vidas ya si ellos mismos nos dicen que no tienen laboratorio entonces lo único que siempre han hecho es engañarnos para lucrar con el dinero de la población.
A consecuencia de eso muchos médicos tienen que realizar tratamiento al adivinar sin identificar al virus y lamentablemente los pacientes tienen que morir en unos casos, en otros los virus y las bacterias se hacen más fuertes y no hay antibióticos que puedan eliminarlos, y como resultado de eso mueren las personas. El sistema esta hecho así para generar más dinero y no salvar vidas.
Es falso lo que nos dicen que no hay tratamiento, pero si, existe el tratamiento solo que para ellos es importante generar millones y millones de euros y dólares sin impórtales las vidas humanas. Realizan experimentos con medicamentos de todo tipo sin pensar en las consecuencias que pueden traer estos y aparecen enfermedades que según ellos no la pueden tratar.
Cuando hoy en día no es necesario armamentos atómicos nucleares para terminar con el mundo, basta tener un virus para el cual pueda crear una vacuna y vacunar a la ave y luego inyectarlo el virus, primero la ave esta infectada pero no enferma el virus esta inactivo, entonces la ave podrá inhalar oxigeno y exhalar dióxido de carbono conjuntamente con el virus, el cual con cierta facilidad se podrá multiplicar en millones y millones de virus, y con el viento ira de continente en continente. Las personas se infectaran al respirar y morirán con cierta facilidad y no dará tiempo a luchar contra el virus. Pero antes de todo eso los que inyecten el virus a su ave tendrán que vacunar a toda su población para que no mueran.
Hay personas que están infectadas pero no están enfermas exhalan el virus, el cual infecta a otras personas y activa el virus.
Es una pena que para el ministerio de salud de Bolivia no se interese en crear centros científicos para salvar vidas que requiere los nuevos tiempos sin fines de lucro, pero tanto para el ministro de salud Dr. Ramiro Tapia, como para el vice ministro de salud Dr. Juan Nogales no sea la prioridad esa, sino que la prioridad sea tener enfermos por las que en Bolivia las personas tengan que morir por falta del desarrollo científico de la medicina. Nuestras autoridades no tienen la mas mínima idea de cómo tiene que ser un sistema de salud en base al desarrollo científico micro quirúrgico, molecular, celular, inmunológico y otros con fines de salvar vidas. Y no así al servicio de las industrias medicas, para los cuales mientras la población sea mas ignorante es mucho mejor así no podrán reclamar nada.
Se recuerdan sobre las vacunas durantes la gestión de la ex ministra de Salud Dra. Nila Heredia, se vacuno de manera insulsa a la población, solo con el fin dar beneficios económicos a la industria médica.
Para la industria médica mientras no se desarrolle la ciencia médica a nivel científico, micro quirúrgico, molecular, celular, inmunológico y otros, es más conveniente porque tendrán más pacientes crónicos e ignorantes que les dará más ingresos económicos, ya que los pacientes sanos no son lucrativos.
Por ejemplo en Bolivia la industria médica recomienda a las madres la leche materna para dar a mamar a sus bebes por un tiempo corto y luego de la cual según ellos la leche materna ya no tiene utilidad y recomiendan la leche artificial, inclusive algunos bebes reciben leche artificial desde que nacen. Todo esto esta mal.
La leche materna tiene muchos componentes que estimulan el sistema inmunológico (sistema de defensa), el cual se encargara de eliminar todo tipo de bacteria y virus que una persona llegue a recibirlo. No solo estimula el sistema inmunológico sino también los otros sistemas con el que cuenta un bebe, así como también en lo intelectual, en el desarrollo físico y otros. Todo esto tiene un respaldo netamente científico. En algunos países, una vez que nazca un bebe se da baja medica a la madre de 3 años, con el fin de que el bebe reciba leche materna, todo esto porque ese país se preocupa no solo por la salud de sus futuros ciudadanos sino también por el potencial intelectual que estos puedan tener en su país con un apoyó científico.
En Bolivia el ministro de salud Dr. Ramiro Tapia pide que las madres lleven a todos sus hijos recién nacidos a su lugar de trabajo, esto está muy mal. El recién nacido aun no tiene su sistema inmunológico de defensa formado, razón por la cual no debe ser expuesto en lugares públicos y no debe tener ningún contacto con terceras personas ya que estaría expuesta a muchas enfermedades.
Asociación de Profesionales (Comisión de Prensa y Difusión)
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martes, 30 de junio de 2009
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