Centro Independiente de Informacion Nacional
jueves, 26 de febrero de 2009
El dedo moderno
*El presidencialismo autoritario fue heredado por las televisoras que seempeñan en modernizar el "dedazo". No basta con reconocerlo y lamentarlo;mejor reflexionemos sobre la forma de frenar esta amenaza al interésgeneral. ¿Qué tanto influyen las televisoras en las elecciones mexicanas?Esa pregunta estuvo tras una investigación realizada con Miguel AcostaValverde y Javier Treviño Rangel. * ** *El resultado es un libro, Democracia: medios de comunicación y eleccionesen México (disponible en www.sergioaguayo.org), que revisa la forma en quetransmitieron las televisoras privadas y públicas la presidencial del 2006,13 elecciones estatales realizadas en el 2007 y el 2008, y la discusión enla Suprema Corte de la Ley Televisa. A continuación presento las principalesconclusiones centradas en las televisoras privadas (en otra ocasión hablaréde las públicas). *** *Las televisoras como instrumento. A los medios no puederesponsabilizárseles por los spots de los partidos, ni por las campañasnegativas desencadenadas por Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional enmarzo del 2006. La promoción del miedo fue la principal novedad de aquellacampaña, el factor más determinante en los resultados electorales, y unclaro retroceso en la calidad de la democracia. No fue un hecho aislado;enlodar al adversario fue imitado por los otros partidos en los comicioslocales del 2007 y el 2008.* ***Las televisoras como protagonistas. Huele a naftalina aquella frase deEmilio Azcárraga Milmo presentándose como "soldado del PRI". **Lastelevisoras privadas ya alcanzaron la mayoría de edad y no obedecen losdictados de Gobernación o Los Pinos; actúan en defensa de sus intereses. Poresa autonomía tendieron a la inequidad en los tiempos y a la parcialidad enel contenido de los noticiarios dedicado a partidos y candidatos entre el2006 y el 2008. Dado que su futuro depende en buena medida de quién será elpróximo Presidente, resulta totalmente lógico que estén intentandoconvertirse en el factor decisivo en el 2012. El "dedazo" se moderniza. **Honor a quien honor merece. Jesús Reyes Heroles utilizaba su prosa comoplastilina para capturar la esencia de la política nacional. En abril de1977 se fue al agitado Guerrero para advertir sobre los riesgos de "volveral México bronco y violento". En agosto del mismo año propuso comoalternativa una limitada pero importante reforma electoral. Reconocía quepecaba de "gradualismo", pero lo asumía sin timideces porque estabaconvencido de que "este método nos ha permitido alcanzar metas firmes y noexponer al país a fuertes retrocesos por avances deslumbrantes". México noestaba para esos "avances súbitos, progresos casi instantáneos" queencandilaban a una parte de la juventud de aquellos años. De entonces a la fecha nos hemos doctorado varias veces en gradualismo, yalgunos de los avances que hemos tenido están como atrapados en arenasmovedizas. Tomemos, a manera de ejemplo, el "dedazo", ese orgasmo deautoritarismo durante el cual los presidentes llevaban a su expresión máspura su omnipotencia para, en un elaborado ritual, entregar el cargo a quienhabían elegido. La tentación de nombrar al sucesor es irresistible y poseyóa Vicente Fox, quien todavía se vanagloria de haber llevado a la victoria aFelipe Calderón. Ahora bien, si uno observa con atención lo acontecido en elrecambio presidencial del 2006, Fox compartió el "dedazo" con otrosintegrantes de la élite gobernante pública y privada. Y en el Olimpo delpoder mexicano relumbran las televisoras. Desde que llegó la alternancia es notable la audacia de las televisoras,quienes han incrementado exponencialmente su fuerza. Resulta lógico suponerque harán lo posible para convertirse en el factor principal tras laselección del sucesor de Felipe Calderón. Es posible que tengan éxito porquela mayor parte de los árbitros electorales, los partidos y los políticos hanhecho hasta lo imposible por congraciarse con las televisoras. Sin embargo,se han dado excepciones. Vale la pena revisar los casos exitosos deresistencia al autoritarismo de nuevo cuño. Durante el sexenio de Vicente Fox las televisoras recibieron beneficiosenormes. Si fuera una telenovela podríamos agruparla en cuatro grandespartes: el "decretazo" del 10 de octubre del 2002; la "Toma del Chiquihuite"por TV Azteca en diciembre del mismo año; los permisos para 130 casas dejuego concedidos a una filial de Televisa en mayo del 2005; y, finalmente,la Ley Televisa. La más importante es, sin duda alguna, esta última. En diciembre del 2005 los diputados de todos los partidos aprobaron porunanimidad la mentada ley demostrando que ellos también levantaban el dedocuando se los ordenaba el patrón. Meses después, 47 senadores presentaron unrecurso de inconstitucionalidad que llevó a uno de los momentos másgloriosos de la Suprema Corte. Fue un grito de independencia inútil porqueel Legislativo no ha seguido la instrucción de la Corte. El servilismo fuereeditado por cinco consejeros del Instituto Federal Electoral quienesperdonaron, el 13 de febrero de este año, una multa a las televisoras. Unasemana después el mismo consejo decidió, de manera unánime, aplicarles unamulta. ¿Por qué cambiaron de opinión los consejeros? Una razón fue el peso,en sus carreras futuras, de la condena unánime del "círculo rojo" a loscinco consejeros electorales. Lo anterior deja una lección bien elemental. Si deseamos enfrentar lasnuevas formas de autoritarismo debemos alejarnos del esquematismo y lacaricaturización de la política y sus protagonistas; el cambio se construyerespaldando a, y respaldándose en, los funcionarios y políticos dispuestos atomar en cuenta el interés general. Aun cuando a veces hay la sensación deque no ha cambiado nada, bajo ciertas condiciones la indignación de laopinión pública sí tiene efectos. En la democracia no basta con invocar elbien común; hay que defenderlo con determinación, eficacia e imaginación. La Miscelánea Visité el pasado lunes la Cámara de Diputados donde el Tec de Monterrey y laUniversidad de Harvard organizaron un foro sobre los vapuleados derechoshumanos. Me llamó la atención el descuido del legislativo hacia el medioambiente. Mientras que un buen número de instituciones públicas yaproscribieron los nocivos vasos de unicel y de plástico para ingerirlíquidos, en la Cámara siguen utilizándolos.*
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