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lunes, 16 de febrero de 2009

Caso Atenco: denuncian abusos en cárcel Altiplano‏

Casi tres años después de la represión del gobierno federal y del Estado deMéxico contra miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) deSan Salvador Atenco que arrojó como saldo dos muertos, más de 120 detenidos ymás de una veintena de mujeres violadas por uniformados, según distintasdenuncias, ayer la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), deslindó deculpas a los responsables policiales del operativo. En entrevista con Terra Magazine, la familiar del abogado Héctor GalindoGochicoa, castigado por defender a los líderes de la agrupación, detallaronlas condiciones en las que purga su condena junto con el líder del FPDT,Ignacio del Valle, condenado a más de 112 años de prisión, en el penal demáxima seguridad llamado Altiplano. Galindo Gochicoa purga una sentencia de 67años de prisión por ser "el asesor jurídico" del FPDT. Apenas lleva tresaños de sentencia. No recibe visitas de su familia. Su hermana Rosa Nelly relata: "en la cabeza tiene surcos provocados por losgolpes con los escudos de los policías, tiene la nariz desviada y no harecibido atención médica. Los dedos de los pies también le quedaron dañadospermanentemente por las pisadas de los policías con botas". -¿Cuáles son los procedimientos legales que se han iniciado respecto a lascondiciones carcelarias desde que Héctor fue encarcelado? Desde su detención el 3 de mayo en 2006 por los hechos de San Salvador Atenconosotros, como familiares, empezamos a sufrir una constante serie de violacionesa los derechos humanos. Por 15 meses no se nos permitió ver a Héctor por noacreditar una relación de parentesco consanguíneo, ya que somos su familia decrianza; en agosto de 2007 la comisionada del órgano administrativodesconcentrado de prevención y readaptación social, instancia federal conjurisdicción sobre el penal del Altiplano, -que nos autoriza verlo- evalúa quedespués de este tiempo nadie ha acreditado parentesco consanguíneo con Héctory que mantenerlo sin visita familiar es grave y como nosotros somos quieneshemos asumido su defensa y depositamos en el penal su mesada (495 pesosmensuales) y como también en los medios se nos menciona a nosotros como familiase nos acredita ese parentesco. Después de ese tiempo supieron que su detención fue ilegal y la comisiónnacional de derechos humanos (CNDH) determinó que se violaron las garantías deseguridad jurídica al trasladarlo a un penal de máxima seguridad, junto conIgnacio del Valle Medina y Felipe Álvarez Hernández, dirigentes del FPDT. Esta resolución del juez favorece a los detenidos, pero las autoridadesrespondieron con represión -cuenta su hermana-. Afirma que lo mantuvieron 76días incomunicado, sin permiso para recibir visitas familiares ni salir de sucelda, recibir llamadas. Su alimentación fue irregular, porque según lafamilia querían mantenerlo "medio vivo". Su madre se queja: "Las autoridades del penal nos obligan a desnudarnos comorequisito para la visita; debes quitarte la blusa, chamarra, sostén, yentregarlos a la custodia, mostrar los senos, subirlos... debes cambiar latoalla sanitaria y te dan una nueva, esto es dos veces por visita. También nospasan detectores de distintas sustancias, detector de metales, de sustanciastoxicas, lectores de Rayos X y Gama, fotografías en cada puerta... en total son11 controles de revisión previó a la sala de visitas y el procedimiento tardaunas 2 horas". Sigue: "Tengo 2 años entrando con la misma ropa porque no me voy a arriesgar aque las autoridades del penal digan que vengo contaminada o cualquier otropretexto; tampoco desayunamos y no tomamos ningún medicamento previo a lavisita. En dos años y medio siempre he llevado la misma ropa para que no ponganpretextos en la revisión. Es una costumbre que regresen a los visitantes poreste tipo de cosas", resalta. Por eso, Héctor se declaró en huelga de hambre, aunque lo castiguen. Hadicho: "Hagan todo lo que tengan que hacer, yo aquí aguanto". Entre tanto, su madre detalla las condiciones en las que se encuentra, a casi 3años de su detención: "Lo han dejado sin reloj, lo cual es muy grave porque en un penal donde estánsometidos a horarios, si no llegas a tiempo a pasar lista, te castigan. Héctoresta en su celda (de aproximadamente tres por dos metros) 23 horas al día.Sólo tiene 5 minutos para comer, 3 para bañarse, 20 minutos de patio, que nisiquiera es un patio porque esta techado... esto provoca que se descalcifiquen ytambién, por estar en un cuarto tan cerrado, van perdiendo la vista porqueestán reducidos a muy poco espacio. Tampoco les dan ropa apropiada para lasbajas temperaturas que hay en el nevado de Toluca...yo me he preguntado ¿quéme van a entregar de mi hijo?", inquirió su madre. Mientras esto sucede dentro del penal, en la SCJN se discute si se violaron ono los derechos humanos de la población de Atenco durante los enfrentamientosentre policías y pobladores el 3 y 4 de mayo de 2006. Las opiniones estándivididas. El ministro Sergio Aguirre Anguiano se pronunció en contra deldictamen de su homólogo Jesús Gudiño Pelayo, al considerar que no existenpruebas de afectación a los derechos y garantías individuales de lapoblación. En su comparecencia señaló que ni siquiera está probado que dos jóvenesfallecidos en los hechos fueron asesinados por policías, por lo que decir locontrario se torna como una "fantasía pura". Uno de los fallecidos entonces eraun menor de 14 años que murió por impacto de bala disparada por los policías,según la autopsia mostrada.

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