Centro Independiente de Informacion Nacional

martes, 10 de febrero de 2009

Pide América del Valle a los ministros no prolongar injusticia e impunidad en Atenco

América del Valle, hija de Ignacio del Valle, el líder de Atenco condenado a112 años de prisión, sobre quien pesan una orden de aprehensión y una demandade “secuestro equiparado” similar a la de su padre, está prófuga desdemayo de 2006. “Prófuga no es la palabra, es como decir que estoy juida de lajusticia, como reconocer que cometí un crimen. Estoy en un exilio forzoso,perseguida por mis ideas. Como no tengo posibilidades de pedir asilo en otropaís, vivo en un exilio interno.” La joven exaltada, que tres años antes echaba chispas por los ojos cuandocriticaba a las autoridades que ordenaron los operativos contra San SalvadorAtenco, hoy se ve más serena, reflexiva. “Pero no creas, sigo furiosa portener que vivir sin libertad, lejos de mi madre; por ver que cada vez lajusticia se nos escapa de las manos; por tener que pasar las horas sentadafrente a una puerta burlona que parece decirme: mira, ahí está la calle y túno puedes salir.” Con motivo del debate que se inicia hoy en la Suprema Corte de Justicia de laNación (SCJN) sobre el caso Atenco, América ofrece una entrevista a La Jornadaen la que advierte: “Si la Corte no determina el castigo a los responsables demás alto nivel de los operativos del 3 y 4 de mayo de 2006, en Atenco, losjueces estarán emitiendo una garantía para la injusticia y una señal muynegativa para todos los disidentes; sería como decir: hay cheque en blanco parareprimir a los que se rebelen contra la prepotencia de los gobiernos”. Este lunes, en alguno de los escondites que le brinda gente anónima en algunode los cientos de barrios populares de la ciudad, América estará pegada a latelevisión. Concretamente al Canal Judicial. De lo que se diga y haga en laSCJN depende la libertad de muchos, incluso la de ella. “Estamos en susmanos”, reconoce. Aunque también admite que para los atenquenses, la víajudicial “está en chino, porque lo que hemos enfrentado es una constanteconsigna del más alto nivel para prolongar la injusticia y la impunidad”. –¿Tienes confianza en los ministros de la Corte? –Mira, hay jueces como Genaro Góngora Pimentel, que fue muy derecho en elfallo de la Suprema Corte en el caso Aguas Blancas, que al menos hizo querenunciara este malvado de Rubén Figueroa, el gobernador de Guerrero. O elministro Juan Silva Meza. Tenemos que reconocer que sí, que tenemos unaposibilidad. Nosotros apelamos a la valentía y firmeza que pueda haber enalgunos de sus integrantes. No en todos, claro. Algunos, como Sergio AguirreAnguiano, sabemos que tiene una posición diametralmente contraria a lajusticia. De la rabia se aprende la paciencia América se ve diferente desde la pasada entrevista, hace tres años...“Sigo furiosa, rabiosa. Pero de la rabia se aprende, se puede convertir enfortaleza, en paciencia. Me tocó vivir esto; también a otros compañeros queestos tres años no han visto, como yo, a sus familias. No podemos ser libres.En mi caso ni siquiera pude estar junto al lecho de muerte de mi abuelito y mitío Miguel.”–¿Cómo ves las cosas ahora? –Estoy segura de que hay que señalar a los responsables de todo esto. Ojaláno lo eluda la Corte. Hace tres años tenía miedo y lo sigo teniendo, porquetoda la verdad ya ha salido a la luz, todo el terror que impuso el Estado. Perono he dejado que el miedo me paralice. Tengo confianza en mi gente. –¿Qué ha pasado en tu vida estos tres años? –Ay, diosito, mi vida se hizo chiquita, así como soy yo. Suspendí proyectosacadémicos, personales, aunque los estudios de pedagogía los he tratado deretomar. He aprendido a hacer arroz, me salen bien las albóndigas y hasta hagobisutería. En las cuatro paredes donde me tengo que encerrar me he convertidoen toda una mujercita. ¡Si mi mamá me viera! Tengo los libros, me doy permisode cantar y de bailar, solita. Agradezco no estar en una situación extrema,como está mi padre, como estuvo mi hermano Ulises, muchos compañeros presos.Estoy convencida de que cargo con una responsabilidad que me rebasa, resistirmoralmente ante mi pueblo, ante gente solidaria que ni me conoce. No me puedodejar derrotar. Avances y retrocesos En algunos momentos del proceso contra los activistas presos de Atenco–permanecen 13 en prisión, 10 en Molino de Flores y tres en la cárcel demáxima seguridad del Altiplano– se han abierto rendijas de esperanza quepermiten vislumbrar, al final del camino, una resolución judicial que reviertalas condenas calificadas por las organizaciones de derechos humanos de“escandalosamente excesivas y desproporcionadas”. Los tres del Altiplano, Ignacio del Valle, Héctor Galindo y Felipe Angeles,acusados de “secuestro equiparado”, tienen 67 años de pena. Del Valle tieneotros 45 adicionales por incitación a la violencia. Pero meses atrás untribunal de circuito concedió un amparo definitivo a otros dos prófugos delFrente Popular en Defensa de la Tierra (FPDT), Bernardino Cruz y Adán Espinosa.El tribunal de circuito resolvió que no se acreditaba el delito de secuestroequiparado, que es el mismo cargo que pesa sobre los tres del penal delAltiplano y sobre la propia América. “Pero tenemos que estar conscientes de que es una lucha larga, porque en estecaso ha habido un ensañamiento muy evidente, y no sólo por parte del gobiernoestatal, de Enrique Peña Nieto, sino del propio Ejecutivo, del presidenteFelipe Calderón, y toda la clase política. No es pequeño el enemigo.” En otra coyuntura, a fines de 2007 y principios de 2008 hubo otro resquicio deesperanza. América del Valle recuerda que empezó con el traslado de los másde 20 presos que estaban en el Cereso de Santiaguito a Molino de Flores. Elcambio de juzgado los favoreció y en los meses siguientes empezaron a serliberados a cuentagotas; primero, la mazahua Magdalena Durán; luego, el doctorGuillermo Selvas y su hija Mariana, así como varios más. Sólo nos queda la movilización popular “Pero se atravesó el asesinato del hijo de Fernando Martí, que fue unapena, desde luego. Hubo un estado de ánimo muy exaltado, se firmó el acuerdonacional de seguridad y Peña Nieto, por adelantarse, hizo su propio planestatal contra los secuestradores. Y nos fregó. El juez suspendió los procesosde liberación de Molino de Flores. Incluso reconoció ante los familiares queeran órdenes de arriba. Y a mi papá le dictaron otra sentencia más de 45años, por supuesta incitación a la violencia el 3 y 4 de mayo, cuando a él yalo tenían totalmente rodeado. Sólo fue un trofeo más de Peña Nieto.” La pregunta surge natural: ¿qué vía de lucha va a ser determinante en estecaso, la vía jurídica o la de la movilización? –Yo creo que sólo la organización del pueblo va a obligar al gobierno arespetar la soberanía del pueblo. Es la única opción que nos queda en tantoque se nos cierran las demás puertas. Ellos son, en el caso Atenco, juez yparte. –¿No hay desgaste? –Sí, incluso en el propio frente hay un desgaste, que es comprensible ytiene que ver con toda la embestida que ha habido en estos tres años contratodo el movimiento popular a nivel nacional. En tres años cuántas cosas no hanpasado: la represión en Oaxaca, la impunidad por el asesinato de ErnestinaAscención (...) Tiene que ver con la criminalización abierta contra losluchadores sociales.“Pero no nos queda otra más que seguir movilizados, resistiendo, pugnando yexigiendo nuestros derechos. Pero nos queda la integridad. Yo no he sabido quenadie en mi pueblo haya dicho hasta ahora: paremos, ahí muere, yo ya no voy aluchar.” –Hace tres años el ánimo de la mayoría de los medios de comunicación encontra de los macheteros de Atenco era muy negativo; había un linchamiento.¿Eso ha cambiado? –No mucho. Más bien, para las televisoras ya pasamos a un segundo plano; yaagotaron su tema para el rating. No ha cambiado su manera de vernos, nos siguenteniendo desprecio; hasta parecería que tienen vetado el tema. Pero el dañoque hicieron con el linchamiento mediático, Televisa y TvAzteca,principalmente, ya está hecho. –¿No crees que una forma de demostrar tu inocencia sería presentarte antela justicia? –Si la justicia de México le garantizara a cualquier perseguido políticoverdadera justicia, porque no soy la única en esta situación, si se aplicaraesto de que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario y no al revés,entonces me presentaría. Pero no es así. Muchos inocentes han sido condenadosy después de años sólo les dan sus cosas y un usted disculpe si les va bien.No, no me voy a entregar. Y no por falta de valor. Porque la justicia está enmanos de los mismos represores.

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