Druante el pasado fin de semana arribó a la Ciudad de México una comisión del Frente Nacional Contra la Represión-Juárez (Chihuahua). El propósito es difundir una serie de informaciones relativas al abuso militar en esa ciudad, teniendo como base de su análisis del siguiente documento:
Ciudad Juárez, Chih., a 7 de marzo de 2009
A la comunidad universitaria.
Al pueblo del que formamos parte.
PRONUNCIAMIENTO
En Ciudad Juárez, la violencia se ha generalizado. Todos los días ocurren asesinatos, asaltos, extorsiones, secuestros y violaciones a los derechos humanos. Prácticamente casi todos los sectores, con excepción de la alta burguesía, el clero y los altos funcionarios, se encuentran a merced del crimen organizado y de las fuerzas federales.
Para una mejor comprensión, no debemos pasar por alto el contexto nacional e internacional en el cual se desarrolla la grave situación que vivimos. Por principio, Consideramos que el Operativo Conjunto Chihuahua (después Operativo Conjunto Juárez) es parte de una fracasada y absurda guerra contra el crimen organizado, lanzada por Felipe Calderón (un presidente fraudulento y sin legitimidad que quiere gobernar a partir de la militarización del país). Para lo anterior, el gobierno mexicano ya ha firmado el llamado Plan Mérida, un tratado internacional de cooperación en materia militar y policíaca con Estados Unidos (quien es un estado imperial decadente en medio de una gran crisis y que está comprometido en oscuras guerras “contra el terrorismo”, siendo a todas luces el principal promotor del terrorismo a nivel internacional). Sabemos que Estados Unidos pretende dominar más directamente la política y la economía de México, para enfrentar su pugna ínter imperial con China y la Unión Europea ; en este contexto, están las declaraciones de los estadistas norteamericanos en el sentido de que es prioridad, junto a los conflictos de Medio Oriente, el combate al crimen en México. Es también en este contexto que se da el Operativo Conjunto Chihuahua, cuyos supuestos objetivos no se han cumplido, antes al contrario, han recrudecido los índices de violencia. Debemos señalar que el crimen aumentó dramáticamente en Ciudad Juárez a partir de la presencia militar. Efectivamente, los casos de ejecuciones y la ola de secuestros, robos y extorsiones aumentaron en un 400 por ciento luego de la llegada de las fuerzas federales a nuestra ciudad, específicamente del ejército. Por otro lado, se multiplicaron una serie de violaciones a los derechos humanos por parte de las supuestas fuerzas del orden.
Ahora bien, no son pocos los analistas que hablan de una colombianización de la vida mexicana. Sin embargo, con todo lo que de verdad tiene esta tesis, existen diferencias importantes que deben señalarse: En Colombia, el crimen organizado liderado por Pablo Escobar declaró una guerra abierta contra el Estado colombiano; en esta guerra, se protagonizaron atentados terroristas contra oficinas de gobierno y secuestros de estadistas y legisladores. Aquí en México, no vemos por ningún lado los enfrentamientos del Estado de un lado y la de un cártel poderoso por el otro; al contrario, lo que se ve es un Estado que juega los intereses de un cártel contra otros carteles y mafias chicas. Lo que se ve es un alineamiento por parte del Estado en un solo cartel de narco políticos, policías y empresarios.
En Juárez es mucho más evidente esta situación donde mientras se pregona una guerra contra el crimen organizado, en realidad el crimen se enseñorea de la ciudad y las muertes y las detenciones nunca son de los altos mandos del narco o de lavadores de dinero. En Colombia la guerra contra el crimen concluyó en una militarización del país, para dominar a las FARC, el verdadero objetivo del gobierno colombiano, al mismo tiempo que se da la intervención directa de los militares de Estados Unidos en el país sudamericano y se impone en la presidencia un paramilitar derechista y pro imperialista como lo es Álvaro Uribe. Así pues, nos atrevemos a afirmar que la guerra de limpia y terror que se vive en Ciudad Juárez con la presencia de los militares y los criminales, sería el experimento piloto de un proceso de neo colombianización promovido por las clases dominantes mexicanas, para engranar al país a los intereses del Consenso de Washington y alinear el jugoso negocio del tráfico en una sola oscura empresa trasnacional.
A partir de la difícil situación que se vive en Ciudad Juárez, en medio del terror y la muerte y sin el apoyo de las fuerzas del orden que son otro factor de inseguridad y crimen, una peligrosa ola de miedo se apodera de la ciudadanía, bloqueando la actividad política y el espíritu crítico. Además, una buena parte de los grupos y las personas que valientemente deciden manifestarse caen en la trampa de la estrategia del terror y terminan exigiendo más militarización y restricción de las libertades civiles, como si no estuviera ante nuestros ojos el fracaso del Operativo Conjunto Juárez. Por otro lado, surgen grupos paramilitares liderados por empresarios y afines al ejército que pretenden tomar “la justicia” en sus manos. Se trata, pues, de una situación muy delicada que puede desembocar en un Estado criminal, totalitario y represor, cuyas señales se han dejado ver a través de la criminalización de la protesta social y la descalificación malintencionada y cobarde de toda protesta acusándolas de ser financiadas por el narco. Lo anterior es una muestra de su miopía autoprovocada que pretende burdamente ocultar con campañas de desinformación, a través de los medios masivos de comunicación, la enorme inconformidad del grueso de la población frente a tanta injusticia.
Nuestra Universidad, no ha salido limpia de esta violencia criminal e institucional, nuestra máxima casa de estudios se ha visto sacudida por los recientes asesinatos de nuestro maestro de Psicología Gerardo González Guerrero y del compañero estudiante de Derecho, Jaime Alejandro Irigoyen Flores, así como la desaparición de nuestra compañera de Biología, Lidia Ramos Mancha. La molestia y el repudio de la comunidad no se ha hecho esperar y el movimiento denominado “Universidad Contra el Miedo” a dado la cara para exigir justicia y el fin de la violencia y el miedo que se pretende inculcar a la población. El comité universitario saluda y se suma apoyando en lo que sea necesario y esté en nuestras manos para impulsar la unidad de los universitarios en su exigencia de justicia, respeto a los derechos humanos y por una paz que no sea la romana que se impone a través de la fuerza de las armas, sino la que impera cuando se respeta el orden constitucional, las leyes que nos hemos dado.
Por lo anterior, denunciamos nacional e internacionalmente al actual gobierno federal por su actuar irresponsable, criminal y apátrida contrario a los intereses del grueso del pueblo; por su nulo interés en mejorar las condiciones de vida de los mexicanos; por querer exterminar, mediante la violencia “institucional” las manifestaciones periféricas de la criminalidad sin combatir las causas (En nuestra ciudad casi la mitad de los jóvenes entre 13 y 18 años no estudia ni trabaja) y por mantener la impunidad de los grandes delincuentes (empresarios y políticos corruptos) ligados a sus intereses mezquinos.
Denunciamos, así mismo, al gobernador del estado de Chihuahua, José Reyes Baeza y al alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, por su complicidad en esta estrategia imperial norteamericana de intervenir en nuestro país para controlar de una manera más directa de lo que ya lo hace, la política y la economía mexicana, incluyendo el jugoso negocio del narcotráfico.
Estamos convencidos de que la militarización del país, el avance de este gobierno hacia un estado policiaco-militar, no sólo es una estrategia errada de combate al crimen, sino el pretexto para gobernar mediante la fuerza de las bayonetas, a un pueblo cada vez más inconforme y desesperado por la falta de oportunidades para satisfacer sus más elementales necesidades humanas. Estamos en contra del incremento de militares y poli-militates (PFP) por ser muy claro que su presencia no responde a un interés genuino de proteger a la población (como ellos dicen); antes al contrario, los abusos, violaciones a nuestros derechos constitucionales, de nuestros más elementales derechos de libertad y dignidad, nos demuestran que una vertiente de la criminalidad anda en helicópteros artillados, en hummers y tanquetas verde olivo.
La propuesta del Comité Universitario de Izquierda es hacer una gran alianza de todas las personas y grupos que decidan oponerse al crimen en todas sus formas, incluyendo aquí las actividades del crimen organizado, las graves violaciones a los derechos humanos, la militarización, la actividad de grupos paramilitares y el quebranto del orden constitucional, proponemos optar por la denuncia, la discusión y la información sin cortapisas y avanzar hacia la movilización masiva. Para ello es necesario ir conformando un gran movimiento por la paz, la justicia y por el respeto a los derechos humanos que sea capaz llamar la atención a nivel local, nacional e internacional.
Venzamos el miedo, organicémonos para actuar, sumémonos para que no nos resten!!!
En la convicción de que sólo la movilización ciudadana para exigir sus derechos puede modificar el estado de las cosas imperante:
Comité Universitario de Izquierda de la UACJ
Frente Nacional Contra la Represión – Juárez
www.fncr.blogspot.com
Centro Independiente de Informacion Nacional
domingo, 22 de marzo de 2009
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