Roberto García Rivas y Roberto Méndez Gómez, muestran un mapa hecho por miembros del grupo paramilitar que dice se enfrentó a zapatistas aquella mañana del 22 de diciembre de 1997, pero que nunca ejecutó a los 45 indígenas masacrados. Ambos estuvieron presos varios años en Cerro Hueco, pero fueron liberador al cumplir su corta sentencia de prisión.
Tras
la masacre de Acteal, al único grupo que nunca se pudo tocar fue a los
militares. El general Mario Renán Castillo Fernández, era el comandante
de la VII Región militar en Chiapas hasta un antes previo a la masacre
(¿Sabía lo que ocurriría?). Experto en estrategia de contrainsurgencia.
Este jefe castrense llegó a Chiapas en 1994 para planear y encabezar la
embestida contra el EZLN. Junto a él, otros militares fueron sindicados
pero nunca llamados a declarar. Uno de estos militares que señalaron
policías estatales, era el oficial del Ejército Mexicano de nombre
Germán Laparra Salgado, responsable de la Base de Operaciones Mixtas
(BOM) que se encontraba asentada en lo localidad de Chenalhó. Los
líderes de Paz y Justicia lo despidieron con honores en noviembre de
1997 la sede de la VII Región Militar en agradecimiento
"por todo lo que hizo por ellos".
Ésta es la región donde se desarrollaron los trágicos hechos de Acteal.
FOTOS E INFORMACION.
EL OBSERVATORIO CIUDADANO
Centro Independiente de Informacion Nacional
martes, 18 de agosto de 2009
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