Triunfo en Argentina. Carta de Pablo Heller a los compañeros de Mexico

Un triunfo de todos los trabajadores
Agradecimiento


Cuando faltaban escasos días para el comienzo del juicio oral, la jueza dio marcha atrás y resolvió dar por cerrada la causa. Estamos en presencia de un gran triunfo no solo de de los compañeros que estábamos involucrados en la fabrica Sasetru, ocupada y desalojada 6 años atras y que fuera el origen de mi procesamiento, sino de todo el movimiento popular.
El juicio a Sasetru que era un verdadero mamarracho jurídico, con pruebas y cargos insostenibles, tenia una clara intencionalidad política: era por un tiro por elevación al conjunto del la clase obrera en momentos que vuelven a multiplicarse las ocupaciones de fabrica, los cortes y los piquetes como consecuencia de la gigantesca crisis capitalista en desarrollo dominada por el derrumbe industrial, los cierres de empresas, las suspensiones y los despidos masivos. La clase capitalista y sus instituciones pretendían, a través de este juicio, advertir a los trabajadores argentinos que estaban dispuestos a utilizar los mismos métodos que en su momento se utilizaron contra Sasetru. contra las nuevas manifestaciones de lucha que se están registrando en nuestro país.
La criminalizacion de la protesta social es un punto en común del gobierno de Kirchner y de la oposición patronal pues todos coinciden en descargar el peso de las bancarrota capitalista sobre el pueblo y en la urgencia del retorno a “los mercados internacionales “ e incluso al FMI. Es la misma conducta y la misma orientación que esta llevando adelante la burguesía en América Latina y a nivel global.

Les agradecemos a los militantes de la GAR y a todos los compañeros, organizaciones y personalices de México por la importantísima campaña de solidaridad y adhesión en la causa por mi absolución. Esta campaña internacional, de la que ustedes formaron parte, unida a la pujante campaña desplegada en nuestro país es lo que posibilito este triunfo.
Un enorme abrazo a todos los que lo hicieron posible.

Pablo Heller