Centro Independiente de Informacion Nacional

martes, 26 de abril de 2011

Articulo

Caos político entre las clases dominantes, el estado autoritario
y la Ley de Seguridad Nacional 2011 en México.

 
Por: Atzak
http://laotrasalud.files.wordpress.com/2011/04/arti-atzak.pdf
 
Génesis del autoritarismo.

Los regímenes fascistas no se construyen en un día, es un largo proceso, es una respuesta de las clases dominantes, ante su inoperancia política para gobernar, conjuntada con el hartazgo de los gobernados y sus crecientes demandas de mejoras sociales en educación, salud, alimento, etc.
 
Los regímenes fascistas resultan del caos político gestado a lo largo de años y años de desatinos y malas decisiones de la clase gobernante y el bloque en el poder, las cuales han generado una perdida del control sobre la población civil y está a comenzado, sino a organizarse, sí a hartarse de las condiciones de vida precarias a las cuales ha sido sometida.
 
Nicos Poulantaz comentaba que el desarrollo de un estado fascista pasa forzosamente por un clima de inestabilidad política y social, donde las crisis económicas, políticas,  de justicia e iniquidad entre los gobernantes y gobernados lleva a los primeros, la clase política, las clases dominantes y el bloque en el poder, a percibir la necesidad de aumentar el control de la población restringiendo los derechos y las libertades de los ciudadanos de forma gradual hasta lograr tener un Estado totalitario, un régimen de excepción y finalmente un estado fascista.
 
Siguiendo está tesis. Un Estado Nación esta conformado por los poderes políticamente establecidos formalmente, legislativo, ejecutivo y judicial, los cuales se complementan entre si; teóricamente dentro de un régimen democrático, en este caso la República, esencia de los Estados Unidos Mexicanos. Así mismo el Estado mantiene una política económica que da la organización de los recursos que han de ser gastados y generados para manutención de la población y del Estado mismo, en esta caso el Capitalismo/Neoliberalismo, de esta forma, van de la mano el Estado, sus instituciones y sus políticas económicas capitalistas, todo ello con el aval de las clases dominantes incluido el clero cercano a dichas clases.
 
¿Clases dominantes?
 
Sí, Clases dominantes, y No clase dominante, son las que designan los rumbos políticos, económicos y sociales del país; hablamos de clases dominantes, en plural, debido a qué lo que denominamos cómo Burguesía, no es homogénea, en ella se desenvuelven gran cantidad de corrientes filosóficas, idealistas, pragmáticas, de pensamiento y acción; con diferentes banderas políticas e intereses económicos, las cuales se ven reflejadas en las clases políticas oficiales (derecha, centro, centro izquierda, izquierda, etc), los comerciantes y empresarios (Coparmex, etc), "líderes sindicales" (SNTE, SITATIR, CTM, etc) entre muchos otros grupos.
 
Todas estas clases tienen en común su deseo por obtener el poder político y así favorecer a su clase (por eso, decimos que no importa quien esté en el poder sea PAN, PRI, PRD o cualquiera emanado de la política oficialista) ellos sólo buscan el poder para favorecerse entre si, sin importar el resto de la población.
 
Continuemos, estás clases se encuentran en constante lucha para lograr el control político llegando a consensos, negociaciones y concesiones entre los diferentes grupos y clases dominantes, logrando conformar un bloque en el poder; así siempre procurando que el poder del Estado se mantenga y los gobernados sigan siendo el pueblo sumiso que cree en las instituciones y en el Estado mismo.
 
Sin embargo, como todo proceso, existen fracturas en la linea de tiempo y sucesión del poder, cismas y malas decisiones que llevan a generar una crisis política y económica que se refleja en la inestabilidad del Estado, sus instituciones y finalmente generan problemas sociales, económicos, educativos, de alimentación y salud entre la población en general, la cual comienza a ver con recelo al Estado mismo, sus instituciones y las clases políticas y sus partidos.
 
Es entonces que ocurre un fenómeno poco claro y poco conocido, la unión de todas las clases dominantes cuyo único consenso es el de mantener el Estado, el Poder Político, el poder económico y sus privilegios a toda costa.

Las diferentes clases políticas y el bloque en el poder comprende que existe una crisis de representatividad de ellos ante los gobernados y entre ellos mismos, de esta comprensión y miedo ante la crisis existente surge poco a poco un nuevo bloque en el poder, producto de las contradicciones internas de las clases dominantes y de la crisis ideológica de las mismas por el proyecto de nación que desean, de esta forma se van entretejiendo nuevas alianzas hasta que se crea un nuevo bloque en el poder, más fuerte, capaz si no de unir a todas las clases dominantes, sí capaz de mostrar una correlación de fuerzas favorable que demuestre "mano firme" y reestructure el orden perdido y acabe con la crisis política de la nación.
 
El nuevo bloque en el poder busca que el Estado-Nación prevalezca y perviva a la crisis, que renazca un nuevo orden, para esto poco a poco, contradictoriamente, va generando mayor cisma e inestabilidad política y económica, mayor inequidad social que le de una mayor razón de ser y existir al Estado, donde los gobernados busquen la protección Estatal y de las instituciones para poder sobrevivir, incluso a costa de ceder por completo su capacidad de decisión, sus derechos, garantías y libertad.
 
Crisis del Estado Mexicano.

El Estado Mexicano actualmente atraviesa una crisis política, económica y social, sólo comparable con la inequidad e injusticia prevalecientes a finales del siglo XIX y que dieron lugar a los movimientos armados de finales de 1800 y principios de 1900.
 
La crisis generada a partir del cambio de representatividad partidista del 2000 con la llegada del PAN al poder y el papel desempeñado por Vicente Fox, sus desatinos políticos y sus políticas económicas neoliberales crearon un ambiente de inestabilidad de las instituciones políticas y sociales, el descrédito del sistema "democrático y de elección de representantes", que derivó en una nueva elección del presidente de la República llena de un clima enrarecido, donde un nuevo representante de la clase política y del bloque en el poder asumió el cargo en el 2006; Felipe Calderón Hinojosa, cuyo nombramiento ha sido duramente cuestionado, tomó como bandera política el narcotráfico, al cual le declaró la guerra, guerra librada con el beneplácito de las clases política y económicamente dominantes, guerra librada con el uso del Ejército Mexicano, a pesar del descontento de la población en general.
 
                La guerra contra el narcotráfico, sostengo, no es producto de un clima de inseguridad pública, sino de una crisis política y la necesidad de legitimación del bloque en el poder y su representante; lamentablemente a 4 años de esta guerra, y ante un ejercicio político inadecuado y torpe de las clases dominantes, se puede sentir el descrédito del Estado, de sus instituciones, del Ejército Mexicano; y, ante ésta crisis de representatividad y violencia, la población en general ha comenzado a organizarse, apartada de los espacios políticos oficiales y tradicionales, apartada de las organizaciones de izquierda radicales apartidistas; la población ah comenzado a organizarse, y esto es peligroso para el Estado y las clases dominantes.
 
La Ley de Seguridad Nacional 2011.
 
La crisis política y económica del Estado Mexicano es palpable, la crisis entre la clase política y sus representados esta ahí, la crisis y confrontación entre las clases empresariales se siente a través de las televisoras y telefónicas. El Estado Mexicano está en crisis.

Lo anterior es la esencia del origen de la nueva Ley de Seguridad Nacional que se pretende impulsar y aprobar esté 25 de Abril de 2011 ante el pleno del Senado de la República.
               
Se busca obtener mayor control de la población, so pretexto de la guerra contra la delincuencia organizada, se pretende dar mayor poder de intervención al Ejército Mexicano para que pueda ingresar a los domicilios de la población sin ordenes judiciales de cateo, mantener incomunicados a quienes consideren sospechoso sin que medie orden de aprehensión expedida por juez alguno, se pretende que el ejército y la policía puedan intervenir las comunicaciones de la población para "vigilar" sus movimientos entre muchas otras. Todo esto teniendo como antecedente la negativa de la presidencia para hacer "más transparentes" las intervenciones del Ejército Mexicano al quitar el fuero militar, la presidencia de la república ignora constantemente las recomendaciones nacionales e internacionales en materia de Derecho Humanos que han girado diversa organizaciones donde se ha visto implicado el Ejército Mexicano.
 
El Estado, el bloque en el poder, las clases dominantes, están en crisis y buscan sobrevivir a cualquier costo.
 
Estamos en camino de la fascistización del Estado Mexicano, la pregunta es:
               
¿lo permitiremos?

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